Camino Natural Vía Verde del FC Vasco - Navarro
Descripción de la ruta
Esta larga y bonita ruta atraviesa paisajes cambiantes y de gran belleza. En la travesía se suceden frondosos bosques, llanos de cereal y montañas, ríos y gargantas, ciudades y poblaciones con encanto. Todo ello aderezado con un conjunto de estaciones, viaductos, pasarelas y túneles que componen un patrimonio ferroviario singular. Y por si fuera poco, ciudades tan emblemáticas como la jacobea y monumental Estella-Lizarra o la verde y cultural Vitoria-Gasteiz ponen la guinda del pastel. Una de esas vías verdes marcadas en el mapa como imprescindible.
El recorrido propuesto está dividido en diferentes tramos dado la longitud de la ruta, la existencia del largo e intransitable túnel de Laminoria, el paso por la capital alavesa y el no-recuperado aún como vía verde Puerto de Arlabán en Gipuzkoa.
TRAMO I: De Estella-Lizarra a la Ermita de Santo Toribio pasando por el Centro de Interpretación de Antoñana.
Empezamos esta ruta en Estella-Lizarra (km 0), sin duda un comienzo de lujo. Es una ciudad monumental que resume como ninguna otra la variedad del territorio de Navarra y que pronto también será hito señero de las rutas Eurovelo 1 y 3.
La antigua estación de la jacobea Estella-Lizarra, destino y origen del antiguo “Trenico” marca el inicio. La imponente estación reconvertida en estación de autobuses acoge también un bar, la sede del Consorcio turístico Tierra Estella y su oficina de turismo.
Habrá que callejear un poco, seguir la señalización y tomar el carril bici para salir de la ciudad hacia Zubielqui (km 4,5). Antes de dejar la población habremos pasado el primer túnel (150 m) en curva e iluminado, habremos cruzado el río Ega por un puente y 2 cruces con carreteras (¡precaución!).
Conviene saber que entre Zubielqui y Murieta el original trazado del ferrocarril no se pudo recuperar habiéndose utilizado caminos alternativos a la transitada carretera para alcanzar el km.0 del FC. Vasco Navarro en Estella-Lizarra. Así, habrá que recorrer 9,5 km por el municipio de Metauten a los pies de la sierra de Lokiz y el territorio de la trufa negra, un hongo subterráneo que vive asociado a las raíces de las encinas y coscojas de la sierra.
El bosque de encinas que atravesamos después de dejar Zubielqui compensa las pendientes que nos encontraremos en este tramo desahuciado del ferrocarril. Alguna, con hasta el 7% de desnivel. Llegamos a Zufía (km 7,7) y a su área de descanso para después cruzar la carretea de Metauten por una pasarela de madera. Se continúa hasta Murieta (km 12,7) y su soberbia estación, para pasar por Mendilibarri hasta Ancín (km 15,5) donde veremos una sucesión de bonitos edificios ferroviarios y tendremos la posibilidad de visitar la torre del agua. Desde aquí la vía se convierte en una pista de tierra que habremos de compartir con otros vehículos (pocos y agrícolas). Poco después alcanzaremos ya el trazado original del ferrocarril y pasamos por el ruinoso apeadero de Granada mientras el paisaje lo forma una alargada vega de huertas, campos de cereal y cultivos de espárragos hasta llegar al corto túnel de Granada. Una sucesión de trincheras perfiladas por encinas preceden al mirador a la sierra de Lokiz que se extiende en 22 km desde San Vicente de Arana y Santa Cruz de Campezo hasta los valles de Allín y Metauten. Se caracteriza por ser un macizo kárstico de forma alargada que alberga ricos hábitats naturales encontrando vegetación muy variada de hayas, robles y carrascales.
Y además aquí podemos disfrutar de algo único si lo visitamos de noche: su cielo estrellado, que le ha valido la certificación de Sendero Starlight 2018. Hay incluso un mirador estelar, llamado “El Trenico” con paneles para interpretar la observación de las constelaciones. Y por si esto fuera poco el tramo entre Estella-Lizarra y Zúñiga es un verdadero “refugio de mariposas” donde poder observar diferentes variedades (macaón, nazarena, atalanta…). Hay paneles con información de las especies más habituales y será fácil poder observar a las mariposas.
El camino continúa bordeando un centro hípico, naves ganaderas y una zona agrícola de cereal hasta la antigua estación de Acedo, actualmente en uso particular (km 21,7). Cruzaremos con precaución la carretera que nos lleva al valle de Lana (NA-7240). En Acedo, el trazado del tren desapareció y debemos transitar por un habilitado sendero. Interesante saber que en esta población se ubica un camping. Una planicie agrícola y campos de vides acompañan el paisaje hasta que un cambio en la orografía anuncia la entrada en uno de los grandes túneles de la vía.
En tan escarpada orográfica el ferrocarril excavó el túnel de Arquijas, un largo paseo subterráneo que, con sus 1.415 m constituye uno de los grandes atractivos de esta ruta. Tiene iluminación pero se recomienda llevar linternas, frontales o luces en la bici por si fallara la técnica. Como curiosidad cabe reseñar que este túnel cuenta con un pozo vertical que une la galería con la montaña y con hornacinas a la entrada de ambas bocas instaladas para volarlo en caso de guerra.
Al FC. Vasco Navarro no le resultó fácil abrirse paso en unas laderas montañosas cubiertas de encinas, robles, madroños y boj. Así, la vía, obligada a culebrear pasa por el corto túnel del Peñón y ofrece panorámicas al desfiladero, el humilladero y la ermita de Arquijas. Después debió excavar una profunda trinchera curva en cuya salida ha sido instalado un mirador. La vía se adentra ahora en el desfiladero de Arquijas, quizás la parte más agreste del tramo navarro. La guinda la pone el viaducto de Arquijas sobre el río Ega (9 arcos y 30 m de altura) y embajador de la Reserva Natural del Barranco de Lasia y el extremo oriental de la sierra de Codés.
Se continúa hasta Zúñiga (km 26,8), y su ruinosa estación que cuenta con un área de descanso con plátanos de sombra. Este punto constata el paso de la navarra Tierra Estella al alavés valle de Campezo mientras se anuncia un rotundo cambio en el paisaje. El montaraz paisaje se abre a partir de ahora a los campos de labor.
Desde Zuñiga al túnel de Laminoria
Una larga recta solo alterada por tres pasos a nivel con carretas (¡cuidado!) marcan este tramo desde Zuñiga y que cruza la muga entre Navarra y Euskadi, punto que en la zona se ha denominado siempre “El Confín”.
Conviene no pasarse el antiguo edificio de automotores de la desaparecida estación de Santa Cruz de Campezo (km 33) ni lo que tiene que ofrecer la capital comarcal de la Montaña Alavesa. Un notable patrimonio y lugar de avituallamiento. Después la vía solventa la transitada carretera A132 sobre una estilizada pasarela de madera, excelente mirador al parque de Fresnedo, donde las aguas fluviales son retenidas en una piscina y donde se ubica un área recreativa con amplio césped donde dejarse caer. Otro hito de interés será el viaducto de Santa Cristina que salva el río Berrón construido con sillares y hormigón. Al poco se superará una profunda trinchera ferroviaria, coronada por el arco de un paso superior. A la vista queda La Muela una inmensa mole caliza con bosques de hayas y bujedos, con abruptos cortados donde anida una colonia de buitre leonado.
La vía entra ahora en una larga y recta pista de tierra que corre paralela al denso sotobosque que cubre el río, entre campos de labor y los bosquetes de quejigos en el límite sureste del Parque Natural de Izki.
La ruta continúa por un tramo alternativo al trazado original del ferrocarril hasta la estación de Antoñana (km 38,1) donde reposan los vagones de ferrocarril de Euskotren ahora reutilizados como Centro de Interpretación de la Vía Verde del FC Vasco Navarro. Un punto imprescindible de parada donde disfrutar y conocer mucho más sobre “El Trenico” y el entorno. Además, una remodelación reciente del muelle ferroviario como cafetería y punto de alquiler de bicicletas completan los servicios de este “punto neurálgico” de la vía verde. Por su parte, Antoñana es una población medieval con sabor a miel que bien merece un detenido paseo. Desde la estación una elegante pasarela nos permite cruzar la carretera A-132 fácilmente.
La vía afronta ahora una larga recta de 2 km jalonada por un área de descanso, el puente San Saturnino y un paso elevado. El siguiente hito será el túnel de la Fuenfría. Junto a la frescura del bosque de ribera avanzamos hasta una nueva pasarela metálica y un área de descanso.
Antes de llegar al túnel de Atauri (km 42,4) la carretera invade la traza de ferrocarril, por eso la ruta vuelve a tomar un trazado alternativo. Casi seguido encontramos el viaducto de Atauri (105,3 m longitud y 8,5 m de altura y 7 arcos). Su curvada estampa es impresionante. Se ha instalado un área de descanso con vistas al azud que retenía la corriente. Ahora la vía se sumerge en un tramo delicioso junto a la orilla del río. Una pista de tierra a la derecha nos lleva hasta la pequeña y coqueta ermita de la Soledad con ábside románico.
Y en Atauri no hay que perderse la Mina Lucía, un yacimiento de asfalto natural único enclavado en pleno parque Natural de Izki. Mina Lucía estuvo operativa desde 1872 hasta los años veinte del siglo pasado y proveía de asfalto para la pavimentación de calles y caminos de Vitoria-Gasteiz y Álava, y también de localidades más lejanas como Madrid o incluso París. Desde 2023 se puede visitar, siendo la única mina de asfaltos naturales visitable del mundo junto a otra en Suiza. Hay visitas guiadas que permiten conocer de forma amena y didáctica la vida de quienes trabajaron en este lugar.
Dado que la ruta se vio obligada a desligarse del ferrocarril una flamante pasarela cruza la carretera y el río. Nos acercamos ya hasta Maeztu, mientras la vía pasa antes por la zona recreativa de Zumalde con merendero, piscina natural y artificial, praderas y zonas de juego. Cruzamos un puente sobre el canal de las Ferrerías y el puente de Peñasalada sobre el Berrón hasta llegar a la flamante estación de Maeztu (km 45,5) hoy de uso municipal. Para salir de la localidad lo hacemos por un carril bici o bidegorri. Un pontón sobre el río Berrón y una pasarela sobre la carretera a Cicujano dicen adiós a Maeztu.
Al poco se levanta el paso sobre la carretera Leorza-Aletxa (A 4145), desde el que se obtienen las vistas más cercanas de Leorza y el posterior paso rocoso que encañona al río Musitu. Pronto encontramos el túnel de Cicujano de 200 m, en curva e iluminado. Este túnel aguarda una sorpresa. En su interior podremos disfrutar de los frescos realizados en sus paredes simulando la vegetación autóctona de la zona. A la salida vemos el bien conservado apeadero y en seguida la estampa de la pequeña aldea de Cicujano-Zekuiano con la silueta de su iglesia.
La vía traza una larga recta entre laderas montañosas cubiertas de quejigo en compañía de un enorme tubo metálico. Estamos ya a 1,4 km de la boca del túnel de Laminoria cuando vemos el obligado desvío a la derecha. La referencia de este punto la pone la Ermita de Santo Toribio (km 48,2)
La alternativa al túnel de Laminoria
El túnel de Laminoria (¡2.250 m!) es quizá la obra más emblemática de este ferrocarril. Pasa bajo el puerto de Ullibarri que separa los Montes de Vitoria de los Montes de Iturrieta, conectando la Montaña Alavesa con la Llanada Alavesa. Muchas fueron las historias sobre su construcción. Las brigadas de obreros e ingenieros que atacaban sus dos frentes tardaron dos años en encontrarse, pero el cálculo fue casi perfecto. Tan sólo hubo una desviación de siete centímetros. Sería una experiencia increíble poder cruzar el túnel...
Lamentablemente, derrumbes, inundaciones y lo costoso de su recuperación no lo han hecho posible. Así y sin túnel, el camino alternativo de 9 km no resultará fácil para aquellos ciclistas o paseantes sin un mínimo de forma física pues es un camino de montaña que trepa hacia el puerto de Gereñu, superando rampas de hasta el 17%. Está bien señalizado y aunque en nada tiene que ver con las facilidades de la vía verde, añade dosis de aventura y la posibilidad de continuidad a la Vía Verde del Ferrocarril Vasco Navarro.
TRAMO II: Del Túnel de Laminoria a Vitoria-Gasteiz pasando por Estíbaliz
Superado el intransitable túnel a través del puerto y de nuevo en la vía verde iniciaremos el tramo de descenso hasta la capital alavesa. Pronto veremos las ruinas de la casa del túnel, un edificio que se utilizó durante las obras de esta galería como oficinas y alojamiento de empleados y más tarde como viviendas para la brigada de vías y obras. Acompaña tras el túnel un mágico hayedo salpicado de robles, acebos y arándanos, a veces clareado, a veces muy sombrío, que en otoño se viste de múltiples colores.
Seguimos en la comarca de la Montaña Alavesa. En esta zona para mantener la rectitud en terreno tan accidentado, los ingenieros diseñaron una sucesión de altos terraplenes y profundas trincheras. Esas altas trincheras, al llegar el invierno, supusieron en tiempos del ferrocarril un quebradero de cabeza. Las nevadas más copiosas exigían varios días hasta que quedaban despejadas dejando sin servicio al tren durante más de una semana.
Así, llegamos a la estación de Ullibarri-Jauregi (km 57,6), lejana a las poblaciones de las que toma el nombre. La subcentral eléctrica de Rotalde aún se mantiene intacta mientras que del apeadero de Gauna sólo queda la explanación.
La siguiente localidad será Erentxun donde algo queda de su ruinosa estación. Después cruzaremos con precaución la carretera en la localidad para seguir entre una amplia extensión de campos de labor hasta toparnos con el último túnel de la ruta (157 m) y una recta por los llanos campos de labor que acaba en el cruce a nivel de la carretera junto a la localidad de Trokoniz y su pequeño apeadero recuperado de manera ejemplal y que en la actualidad acoge una escuela.
Entramos ya decididamente en la Llanada Alavesa donde los campos de labor serán la tónica del camino. Poco antes de Andollu (km 66,2) surge a la derecha el ramal de Estíbaliz. En esta localidad el ferrocarril bifurcaba en sus vías. En su majestuosa estación, los ferroviarios se empleaban en mover las agujas que encarrilaban los trenes, bien por el itinerario principal o bien hacia las duras rampas por las que los automotores eléctricos trepaban hacia el santuario de Estíbaliz.
El Ramal al Santuario de Nuestra Señora de Estíbaliz
Para llegar hasta Estíbaliz situado a 1,5 km (3 km de ida y vuelta) habremos de ascender por un trazado con un par de curvas y una profunda trinchera hasta llegar a los andenes de la estación de Estíbaliz. Antes de llegar hay un sendero, buena alternativa para evitar un tramo de escaleras existente al final del ramal de Estíbaliz. El término del ramal fue concebido como apeadero en fondo de saco, en el que llama la atención la elegante arquería. La corta escalera conecta los andenes con el aparcamiento del santuario, donde otra escalera, bastante más larga, nos acerca a la entrada del Santuario de Estíbaliz, joya románica que alberga a la patrona de Álava. Otra gran propuesta desde Estíbaliz es alcanzar la Gran Ruta Cicloturista Llanada Alavesa (112 km de itinerario circular en torno a Vitoria-Gasteiz).
De vuelta al trazado principal y en las inmediaciones de Aberasturi cruzaremos carretera hacia Vitoria-Gasteiz (¡precaución!) y pasaremos por su estación, privada. Antes de dejar la localidad se puede callejear y ver algunas imponentes casonas blasonadas. A unos 2,5 km por una larga recta entre mareas de cereal alcanzamos el área de descanso y el apeadero de Otazu. A este pequeño pueblo se puede acceder después de cruzar la espectacular pasarela sobre la carretera A-3104 y el río Santo Tomás. El buen gusto de D. Alejandro Mendizábal, Ingeniero jefe de la construcción del ferrocarril y padre de los edificios de las estaciones de este ferrocarril se deja notar en esta coqueta estación.
Nos acercamos a Vitoria-Gasteiz surcando la llanada de campos de cereal a través de la que ya es un símbolo destacado de la vía verde: la estética pasarela de Olarambe, una obra de ingeniería al servicio de ciclistas y caminantes. Esta estructura permite sobrevolar la carretera a El Salvador, evitando un cruce muy peligroso. Este hito marca la entrada a la capital alavesa a través de Puente Alto, muy cerca del ruinoso edificio de automotores. Se trata del único vestigio del “Trenico” que queda en Vitoria-Gasteiz (km 76,1).
TRAMO III. Desde la capital alavesa al Puerto de Arlabán
El antiguo trazado del ferrocarril fue engullido por el crecimiento urbano. Sin embargo, la travesía urbana cuenta con buena red de carriles bicis (bidegorris) y la Vuelta al Anillo Verde que dan continuidad a la vía verde a su paso por la capital alavesa. Vitoria-Gasteiz presume con razón de ser un modelo de ciudad verde, ciclable y sostenible, argumentos de sobra para haber conseguido ser la capital verde europea en 2012.
El itinerario está señalizado y si se toma la Vuelta al Anillo Verde se podrá pasar al este de la ciudad por los parques de Olarizu, Las Neveras y Salburua hasta Zadorra Gamarra.
El punto de arranque de este último tramo por la vía verde se localiza en la periferia norte de la ciudad concretamente en el aparcamiento este del parque de Gamarra. Un cartel marca el comienzo de este tramo que en sus primeros 4 km, tiene firme de asfalto mientras atraviesa el paisaje agrícola de La Llanada Alavesa junto al río Zadorra. Al frente, dominando todas las perspectivas, se eleva en las quebradas de la Sierra de Elgea.
Comenzamos cruzando un puente de hormigón sobre el caudaloso río Zadorra, una nueva pasarela y un paso inferior de la autovía del Norte (A1). Este río riega la reserva de agua de Euskadi, con un sistema de embalses localizado en su cabecera.
Al poco de superar la barriada de Gamarra Menor la vía pasa bajo un imponente viaducto del AVE. El siguiente hito es la estación de Durana (km 83,4) hoy, un asador con ambientillo ciclista. La vía prosigue en perfecta recta pasando Retana-Erreteana y su antigua estación. A la salida de la localidad existe la posibilidad de enlazar con otro itinerario ciclista que se dirige hacia el este en busca del embalse de Ullibarri-Gamboa, humedal de gran biodiversidad. Una vuelta completa en bici al pantano o la Gran Ruta Cicloturista Llanada Alavesa (112 km) son otras de las grandes propuestas del turismo en bici en torno a Vitoria-Gasteiz. Pero sigamos…
En el cruce a nivel con el acceso a la barriada de Amarita (km 85,4) comienza el tramo de tierra compactada. En las inmediaciones hay un pequeño robledal junto al Zadorra, que da lugar a un microbosque de gran biodiversidad. Tras pasar bajo la línea del AVE y la autovía AP-1 (km 87,3) el terreno se torna más quebrado mientras pasa junto al palacio de Arzamendi y a cierta distancia la aldea de Luko. Pasamos por Urbina (km 88,9) y la estación cuyo edificio de viajeros es una vivienda particular.
Desde Urbina hasta la estación de Villareal (Legutiano) las obras del AVE alteraron el trazado original del antiguo ferrocarril. La ruta alternativa usa el camino de Bagoeta, pista asfaltada de poco tráfico y señalizada que permite pasar bajo la línea del AVE y nos devuelve al trazado original en la estación de Villarreal (hoy Legutiano), en triste estado de abandono.
Pasamos ya hacia las estribaciones de la Sierra de Elgea donde destaca el robledal de Santiagolarra. Cubierta por el arbolado, la vía verde llega a la estación de Landa (km 93,1), cuyo edifico de viajeros ha sido rehabilitado para fines sociales. Acto seguido cruza a nivel la carretera A-3002. En las proximidades de esta población está uno de los paisajes más atractivos de la ruta pues discurre a pocos metros de la cola del embalse de Ullibarri-Gamboa, un precioso lugar de esparcimiento con zonas de baño, juegos para niños, aparcamiento y restaurantes.
La vía prosigue para cubrir un tramo muy atractivo junto al arroyo Arlabán, sumergida en el bosque de hayas, robles y alisos que encierran en su seno los montes Isuskitza y Usokoaitzu. Un kilómetro más arriba el tramo acondicionado como vía verde concluye en la muga de Álava y Gipuzkoa aunque el camino prosigue otro kilómetro más hasta el restaurante que domina el puerto de Arlabán (km 96) en el municipio guipuzcoano de Leintz Gatzaga ubicado en la antigua estación de Salinas de Léniz/Leintz Gatzaga, situado en el km 19,1 de la GI-627.
TRAMO IV: La Vía Verde del FC. Vasco Navarro por tierras de Gipuzkoa
Los que quieran seguir desde aquí por la vía verde que discurre por Gipuzkoa hasta Mekolade/Bergara y Oñati deben saber que antes tendrán que recorrer 8,7 km por la carretera GI-627 con fuertes desniveles hasta Eskoriatza pues varios túneles no recuperados impiden continuar bajo las bondades de vía verde. Hasta que este tramo se recupere ¡ojalá que sea pronto! habrá que valorar si continuar por carretera o dejarlo en este punto. En cualquier caso, el tramo de “El trenico” por la provincia de Gipuzkoa es igualmente recomendable. Os lo contamos en las siguientes líneas:
De la línea principal del Ferrocarril Vasco Navarro en Gipuzkoa se han recuperado, como vía verde, varios tramos entre la localidad de Eskoriatza y el polígono industrial del barrio de Mekolalde (Bergara). Además, el ramal de Oñati de 7 km conecta la línea principal del antiguo FC. Vasco Navarro con dicha localidad. Esta ruta presenta el aspecto de un buen bidegorri (carril bici) para ciclistas y peatones en coexistencia o segregados con algunos tramos compartidos con vehículos.
Señalización horizontal, iluminación de la ruta y de los túneles, mesas, bancos, papeleras, zonas ajardinadas, áreas de descanso, juegos infantiles, fuentes, barandillas, voladizo en el puente del barrio de Zubillaga, y pasos soterrados bajo las carreteras hacen de este itinerario un paseo por el Alto Deba para recorrer con tranquilidad ¡sin que le falte de nada!
La vía verde, fiel más o menos al curso del río Deba, atraviesa sucesivamente grandes poblaciones, mientras que la naturaleza se deja ver en los cortos tramos interurbanos. Es por tanto una simbiosis entre urbanidad y naturaleza: polígonos industriales y caseríos tradicionales, cascos urbanos y bosques, barrios históricos y el sotobosque del Deba. Pero este el antiguo ferrocarril, es también vía de acceso a cotas más altas como el valle de Léniz y el Parque Natural de Aizkorri-Aratz, además del camino de peregrinación al Santuario de Arantzazu.
El puerto de Arlabán
Antiguas estaciones, apeaderos, túneles y puentes conforman un magnífico patrimonio cultural e industrial que, gracias a la recuperación del antiguo trazado del Ferrocarril Vasco Navarro, podemos conocer, interpretar y valorar. Recorrer esta vía verde en su discurrir por la provincia de Gipuzkoa permite tomar conciencia de la importancia y significación que tuvo esta infraestructura desde su inauguración allá por 1889 ayudando a la vertebración y al desarrollo social y económico de las comarcas que atravesaba. Hoy en día, continúa permitiendo el descubrimiento de paisajes, lugares y personas, favoreciendo el desarrollo económico del territorio, desde una perspectiva local y sostenible.
Esta última etapa del FC Vasco Navarro podría considerarse partiendo de la capital verde de Vitoria-Gasteiz en dirección norte que en apenas 12 km nos acerca hasta Landa, población cercana al pantano de Ullibarri Gamboa, y desde aquí alcanzar tierras guipuzcoanas, llegando hasta el municipio de Leintz Gatzaga. Desde Leintz Gatzaga podemos llegar por la carretera Gi-3310 hasta Eskoriatza tomar desde aquí las bondades de la vía verdes.
De Eskoriatza al desvío de Oñati
Así, y debido a que el paso por el puerto de Arlabán es un tramo de casi 9 km por carretera y que entraña cierto riesgo (sobre todo si se viaja con niños) sugerimos comenzar esta etapa en Eskoriatza (km 0).
La vía la encontraremos con fisonomía de bidegorri en el extremo sur, en el km 0 de la carretera GI 3342 que se dirige al barrio de Mazmela (Eskoriatza). Desde este punto y sobre asfalto avanzaremos junto a la carretera GI 627 hasta llegar al centro urbano de Eskoriatza y de ahí hasta Aretxabaleta (km 4) a través de un entorno muy urbanizado.
A la salida de esta localidad el entorno se vuelve algo más natural y arbolado. La vía cruza a nivel inferior la autovía AP 1 para internarse en una zona industrial y comercial, preludio de la localidad de Arrasate / Mondragón (km 6) en la que disfrutar del casco histórico, conventos y palacios y abastecernos de algo si vamos desprovistos. Por si fuera poco, Mondragón cuenta con una curiosidad: el Árbol Singular Secuoya del Parque de Monterrón. Con más de 150 años, la secuoya más grande de Gipuzkoa, alcanza los 40 metros de altura total y más de 6 de perímetro. Es considerado el árbol más especial del municipio de Mondragón, pese a no ser una especie autóctona.
A la salida de la localidad nuevamente un entorno más natural nos aproxima hasta el desvío a Oñati, (km 13). Aquí podemos elegir si continuamos durante 7 km hasta Mekoalde y otros 7 km hasta Oñati o si primero hacemos una cosa y luego la otra sumando así kilómetros de recorrido a la ruta.
Continuando hacia Mekolalde/Bergara
Si seguimos por la vía principal quedarán atrás las zonas industriales para disfrutar del entorno y sotobosque del Deba, pasando nuevamente bajo la autovía AP 1 (km 14), y con mucha más presencia del río. Esto será así hasta las inmediaciones de Bergara (km 18), en la que nuevamente la zona industrial antecede al caso urbano. Para compensar tanta urbanidad podremos acercarnos a conocer en Bergara otro árbol singular: el Magnolio de Bergara declarado como Monumento Natural en el año 1995 ubicado en el Palacio de Monzón de Bergara. Este árbol destaca principalmente por sus dimensiones, con una altura aproximada de 26 metros y un diámetro de copa de 14, que se eleva por encima del Palacio junto al que se encuentra.
A la salida de la población aún podremos continuar un poco más hasta llegar a Mekolalde/Bergara (km 19,5), punto de origen o final de este trazado de ferrocarril tan añorado por navarros y vascos quienes cariñosamente lo apodaron “El Trenico”, “El Vasco” o ”El Anglo”.
El ramal de Oñati
Si decidimos explorar todos los kilómetros de este viejo ferrocarril no podemos pasar por alto la variante de Oñati. A través de este ramal disfrutaremos de 7 km por un bidegorri prácticamente llano que avanza cerca de la carretera GI 2630. Este ramal se toma en la rotonda de San Prudentzio, Junto al barrio de Elorregi. Al inicio se trata de una pista que avanza por un entorno más natural, agradable y arbolado en el primer kilómetro y en el que nuevamente pasaremos bajo autovía AP 1. Después, una sucesión de espacios industriales la vía nos lleva hasta el casco urbano de Oñati (km 7). Desde aquí la propuesta es visitar a 9 km el Santuario de Nuestra Señora de Arantzazu.
Oñati es la villa más monumental de Gipuzkoa y una de las localidades más bellas de Euskadi. Situada en la comarca del Alto Deba, a los pies del monte Aloña, las abruptas pendientes que rodean el municipio esconden un excepcional casco histórico, jalonado por notables edificios, palacios e iglesias de gran valor arquitectónico. Sin duda, un final de ruta de excepción.
... Y más kilómetros por la Vía Verde del los Ferrocarriles Vascongados
¿Se os ha quedado corto? ¿Alguien quiere más vías verdes por aquí?. Pues la comarca de Debagoiena acoje además la Vía Verde de los Ferrocarriles Vascongados. Casi 16 km entre Soraluze/Placencia de las Armas y Antzuola que enlaza con el FC. Vasco Navarro en Mekolalde/Bergara. Se trata esta vía verde gipuzkoana de un plácido paseo ribereño asfaltado junto al río Deba, integrado en el bidegorri (carril bici) del Deba y un tramo, entre Mekolalde y Antzuola algo más “montañero” entre bosques y prados con amplias vistas aéreas.