Camino Natural Vía Verde Entre Ríos
Histoire du chemin de fer
Este ferrocarril litoral (el punto más lejano a la costa de esta línea está a poco más de 1500 m), fue una tardía línea que se inauguró completamente en 1898. Es una línea realmente extraña, porque ya a los mismos coetáneos les extrañaba que se construyera un ferrocarril paralelo a otro en servicio, el Jerez a Sanlúcar y el Puerto de Bonanza. Este pertenecía a la red de los “Ferrocarriles Andaluces”, se disponía a unos 12 km tierra adentro y, además, ya tenía unos tristes resultados económicos.
Su génesis fue prolija, ya que sus promotores fueron capitalistas afincados en Portugal, los cuales bien pronto cedieron sitio a la empresa belga “Compañía Belga de los Caminos de Hierro Vecinales de Andalucía”. Tan largo nombre apenas refería a una modesta línea de 37 km que, como bien se anunció, fue deficitaria casi desde su alumbramiento.
No generaba apenas tráficos mercantes y los de viajeros, fuera de época estival, eran penosos. Los propietarios intentaron colocar la vía cuanto antes, lo cual hicieron a su todopoderoso vecino, los Ferrocarriles Andaluces, empresa que asumió la gestión del trazado en 1919. Bajo esta marca se mantuvo hasta su adscripción a Renfe en 1941.
Esta modestísima línea tuvo un repunte espectacular a mediados de los años cincuenta. La construcción de la base naval de Rota, usada por las marinas española y norteamericana, hizo que este sencillo ferrocarril tuviera un importante papel en el transporte de materiales de obra. De hecho, la línea atraviesa por la mitad esta base militar, siendo un caso único en España. Pero acabadas las obras, la línea volvió a su languidez habitual. Y a pesar de encontrarse en una zona tan turística, lo cierto es que, como en otras muchas estaciones españolas, el último tren de este ferrocarril circuló el último día del año 1984. Varias veces se ha hablado de su reapertura, pero lo cierto es que Sanlúcar de Barrameda, que llegó a tener dos líneas de ferrocarril, hoy sólo conserva la memoria de sus trenes.