Cookie Consent by Free Privacy Policy Generator Camino Natural Vía Verde de la Sierra de la Demanda

Camino Natural Vía Verde de la Sierra de la Demanda

Historia del Ferrocarril

Vía Verde de la Sierra de la Demanda - Historia del ferrocarril
Foto: Archivo Histórico Ferroviario del Museo del Ferrocarril de Madrid 
(ARANGUREN CASTRO, JAVIER).

La minería en la cara sur de la Sierra de la Demanda burgalesa es una actividad que viene de antiguo, datándose explotaciones desde el siglo XV. En el siglo XIX la minería, especialmente de hierro, experimenta un gran auge a nivel nacional, construyéndose unos hornos en Barbadillo de Herreros.

El gran problema de esta producción era la dificultad del transporte a Burgos, que se realizaba en carretas. A finales del siglo XIX, la empresa inglesa “The Sierra Limited Company” compra las minas y obtiene la concesión de un ferrocarril minero. Subvencionado por la diputación burgalesa, se inician unas obras en las que trabajan 1500 personas y que concluyen en 1902.

El apoyo oficial exigía como contrapartida el que se prestara servicio de viajeros, dotándose al trazado de estaciones y apeaderos. En realidad, este ferrocarril nunca transportó viajeros y, aunque las obras  sí llegaron a Monterrubio, ningún tren llegó a deslizarse por los carriles en aquel término, limitándose la explotación ferroviaria al inmediato pueblo de Barbadillo de Herreros, donde estaban las minas, hornos y el interés de la empresa británica. Además de esas minas en Barbadillo, en plena vía llegaron incluso a contar con cargaderos para alimentar los trenes de hierro, de los cuales aún se ven los restos al pie del puerto del Maquillo. En realidad, este ferrocarril es un cúmulo de misterios y encierra sombrías historias de corruptelas y un funcionamiento cuando menos extraño a lo largo de su corta historia operativa.

La aparición de yacimientos de hierro en las proximidades de Bilbao y otros problemas de la compañía hicieron que las minas se cerraran y el ferrocarril se clausurara en 1910. En el año 1920 se funda la empresa “Ferrocarril y Minas de Burgos” con el fin de reabrir esta vía. A pesar de varios intentos, el ferrocarril no llegó nunca a entrar de nuevo en servicio, desmantelándose las vías en 1947. El último y feliz episodio de la historia de este ferrocarril, además del hallazgo  del “Hombre de Atapuerca” en los años 80, fue su recuperación como Vía Verde en el invierno de 2003, por parte del Ministerio de Medio Ambiente.