Cookie Consent by Free Privacy Policy Generator Camino Natural Vía Verde de la Val de Zafán

Camino Natural Vía Verde de la Val de Zafán

Description de l'itinéraire

Vía Verde de la Val de Zafán - Descripción de la rutaNorte Teruel

La Vía Verde del Val de Zafán tiene su comienzo en la Estación de La Puebla de Híjar. Empezamos el recorrido por un tramo de carretera asfaltada que se abandona a los 600 m para luego continuar por un camino agrícola compartido con vehículos durante dos kilómetros y enlazar a continuación con el trazado original de la vía verde.

En este primer tramo destacan dos estructuras ferroviarias, que aportan a esta ruta un cariz de aventura. El “Puente de la Torica”, que recibe su nombre de la vieja locomotora de carbón que hacía el recorrido, se levanta imponente a los 3,5 km de iniciar el trayecto. Se trata de un viaducto que se construyó a finales del siglo XIX con el objetivo de salvar la profunda trinchera en la que se encaja la vía del tren. Pocos metros después la vía se adentra en el “Túnel del Montecico”, construido para atravesar el cerro que nos lleva hasta Samper de Calanda.

Camino hacia Puigmoreno

Después de atravesar el túnel pasamos bajo el viaducto de la línea de ferrocarril Madrid-Barcelona y a continuación sobre el viaducto del río Martín, conocido como Puente Negro o Puente de San Carlos. Por debajo del viaducto pasa el GR 262 que acompaña al río Martín e su camino hasta su desembocadura. Justo a continuación del viaducto se encuentra la Estación Huerta de Samper, actualmente en estado de abandono.  Este punto es ideal para hacer un alto en el camino. Desde allí se divisa la localidad de Samper de Calanda y la vega del río Martín.

Seguimos nuestro camino y pasamos por varios puentes y por el viaducto de un camino agrícola hasta el cruce entre la actual línea de FFCC Madrid-Barcelona y el abandonado ferrocarril del carbón Andorra-Escatrón. Dos puentes más y llegaremos a la Estación de Puigmoreno (km 18,7).

Después desde Puigmoreno hasta Valdealgorfa pasando por Alcañiz existe otro tramo de 30,5 km que, aunque es más o menos transitable se encuentra aún sin acondicionar y tiene uso motorizado. Esperemos que pronto podamos ya incluir este tramo de Alcañiz que se encuentra en proyecto.

Los hitos kilométricos dispuestos en la Vía Verde del Val de Zafán tienen su origen en la ciudad de Tortosa (aunque normalmente se realiza el recorrido partiendo de la Estación de La Puebla de Híjar) por lo que en la descripción siguiente iremos descontando kilómetros desde el 83 hasta llegar al límite con Cataluña, hacia el km 49.

De Valdealgorfa al Delta del Ebro

Vía Verde de la Val de Zafán - Descripción de la rutaAntes de continuar de ponerse en camino, conviene saber que los hitos kilométricos dispuestos en la vía verde tienen su origen en la ciudad de Tortosa. Por tanto, en esta descripción iremos descontando kilómetros desde el 83 al 0.

La serranía pinada

La Vía Verde de la Val de Zafán, parte de la antigua estación de Valdealgorfa, situada a las afueras de la pequeña localidad (km 83). Su estilo neomudéjar aragonés nos llama la atención, e iremos viendo cómo se repite en algunas otras estaciones aragonesas. El pueblo, con su elevado caserío tradicional, brinda avituallamiento, circunstancia excepcional a lo largo del viaje que conviene aprovechar antes de empezar. Los primeros pasos por la vía verde nos llevan al túnel del Equinoccio, de más de 2.000 m y especial magia. Sólo dos veces al año, el 26 de marzo y el 17 de septiembre, este recto túnel es hoyado por la luz del amanecer en un fino, misterioso y efímero haz blanco. Un espectáculo. 

Al salir de la galería, el paisaje cambia, lo cual se agradece ahora que vamos en ligera subida, un paisaje agreste y arbolado, mediterráneo dominado por un pinar al que acompañan coscoja, encina, enebro, romero y lentisco, mientras en el seno de los vallejos se escalonan terrazas sembradas de olivos y almendros. En tan difícil orografía, la vía resulta ser un continuo de vaguadas y cerros que el tren niveló con altos terraplenes y trincheras. Este tramo ofrece otra curiosidad, en torno al km 80 el viajero atravesará el meridiano de Greenwich, sobre esta línea imaginaria tendremos medio planeta a nuestra derecha y el otro medio a la izquierda.

Hacia el Matarraña

La ascensión llega a su fin en la abandonada estación de Valjunquera (km 77). De sillería y con profusos remates ornamentales en ladrillo repiten factura neomudéjar destacando estas dos primeras estaciones sobre el resto de estilo más sencillo.

Conquistada la divisoria de aguas entre las cuencas del Guadalope y el Matarraña, la vía verde inicia un descenso hacia este último río, rodeada por los mismos paisajes agrestes y solitarios. Un largo descenso jalonado por la estampa a la izquierda del despoblado de Mas del Labrador, la abandonada y sencilla estación de Valdeltormo (km 71,7), el desvío a los poblados ibéricos de Torre Cremada y el Tossal Montañés y un largo túnel curvo. Desde la estación, una carreterita lleva hacia el pueblo de Valdeltormo, a 2 km.

El desvío a los poblados iberos aparece señalado a la izquierda (km 70,4); y después el octavo túnel (km 69) iluminado. El descenso, muy retorcido en su parte final, concluye en el imponente viaducto del río Matarraña (km 67), corriente con una amplia vega de cultivos. La estructura de hormigón, sustentada por cuatro tramos de 20 m y cuatro arcos se convierte en un magnífico mirador a La Fresneda, localidad elevada donde culminan los restos de su castillo. Vale la pena detenerse visitar esta localidad para contemplar la ermita de Santa Bárbara y la iglesia de Santa María la Mayor. 

Vía Verde de la Val de Zafán - Descripción de la rutaAscenso por el Barranco del Regall y descenso al Algars

Tocado fondo, llegamos a la estación de Torre del Compte (km 66,7), hoy recuperada en un sugerente hotel de cuatro estrellas con restaurante. La vía verde subirá de nuevo a través de un paisaje montañoso. Sobre nuestras cabezas, el solitario campanario de San Pedro Apóstol dará paso a la estampa de la localidad de Torre del Compte. Poco más arriba (km 64,3), está el paso superior de la carretera TE V 310, el acceso más aconsejable a esta localidad.

En el km 60, terrazas de almendros, olivos y vides cubren el seno del Regall. El hondo barranco y las paredes que lo encerraban se diluyen para dar paso a un altiplano colmado por campos de viñas, frutales, olivos y trigales.

La vía verde, embriagada en primavera de colores y olores florales, alcanza la estación de Val de Roures (km 57,7). Conquistamos la divisoria de aguas entre el Matarraña y el Algars, e iniciamos una suave bajada de abiertos horizontes, con vistas a las rocosas de los puertos de Beceite y el caserío de Cretas rematado por su iglesia. A partir de la estación de Cretas, rehabilitada como albergue juvenil, (km 55,3) la vía en descenso por un terreno ondulado avanza entre cultivos y el tímido pinar que ocupa espacios marginales.

El descenso concluye en el impresionante viaducto de hormigón y piedra sobre el cristalino río Algars (km 49,7), muy similar al de Matarraña con sus cinco tramos de 20 m y cuatro arcos centrales. Finalmente, en la otra orilla se alza la ruinosa estación de Arnes-Lledó. Entramos en Cataluña.

Tramo de la Terra Alta: entre el románico y el cubismo

La estación de Arnes-Lledó (km 49) fue concebida como un centro logístico de esta línea, contando con un cocherón para locomotoras. Esta estación dista apenas un kilómetro de la localidad de Lledó, fácilmente visible desde la estación. En cambio, la de Arnes queda a unos 6 km.

Dejamos atrás el Algars hacia Horta de Sant Joan. Serán 5 km en los cuales cruzaremos el primer túnel de este tramo y bordearemos la loma donde se alza la villa de Horta de Sant Joan. Una amplia curva nos aproxima a los edificios de la arruinada estación de Horta (km 44). Antes de llegar a la estación, la carretera que cruza la vía, hacia la derecha, nos lleva, tras dos kilómetros de ascenso, al casco urbano de Horta. Callejear su centro histórico, encumbrado en un cerro, nos traslada a una época medieval. Estas pintorescas calles y los alrededores sirvieron de inspiración al pintor Pablo Picasso, que pasó varias temporadas en esta localidad, en pleno esplendor de su época cubista. La localidad acoge ahora un centro que guarda esta memoria pictórica. 

De vuelta a la vía nos sumergimos en otro túnel que a su salida nos deja el impresionante paisaje de estas tierras: enormes montañas dominando el horizonte, cubiertas de almendros y pinares. Y frente a nosotros se levanta la Muela d’en Canar, en la cual destaca la Agulla, un pitón calcáreo que se eleva imponente.

Ahora nuestra vía busca la proximidad del Canaletas, río de referencia hasta el final del tramo. Hasta cinco túneles más tendremos que atravesar hasta la próxima estación. Algunos de ellos tienen hasta 600 m de longitud y otros una doble curva en su desarrollo.

Pero si los túneles son importantes, también tienen especial interés los viaductos por su gran originalidad. Dos de ellos parecen querer apelar a nuestro pasado romano con estructuras que recuerdan los de aquellos acueductos.

En la estación de Bot (km 35,4) conviene hacer una parada para visitar un antiguo ferrobús que ahora acoge al usuario como coche cafetería. Unos toneles en el exterior a modo de mesa invitan claramente a probar alguno de los afamados caldos con D.O. Terra Alta. Bot es el pueblo más próximo a la vía; punto obligado de aprovisionamiento, ya que hasta la Fontcalda (km 30) no encontraremos fuentes.

A vueltas con el Canaletas

Vía Verde de la Val de Zafán - Descripción de la rutaEl Canaletas será, desde ahora, el especial protagonista de un tramo espectacular. Tras pasar el tercer túnel después de Bot, (300 m) que precede a un espectacular viaducto el río nos acompaña. Su escaso caudal ha tajado las masas calcáreas de estas sierras tallando una espectacular angostura de gran longitud, la cual fue aprovechada en gran parte para tender el trazado del ferrocarril. Recorriendo la vía, entre vertiginosas trincheras, viaductos y numerosos túneles sobre estas sierras, se pasa bajo la Muela d’en Canar. En algunos tramos, esta sucesión de túneles y viaductos da una sensación ¡casi de vértigo!

La llegada entre pinares a la estación del Prat de Comte (km 30,5) está precedida por dos túneles, el segundo de ellos de 739 m en curva. El pueblo dista unos 4 km por una empinada, pero tranquila, carretera que parte de la estación. Prat de Comte, con sus amables gentes y su acogedor albergue tiene un encanto especial que puede compensar la distancia.

Dos breves túneles proceden La Fontcalda (km 30), un lugar de baño recomendable por su atractivo. De este lugar sale el camino de acceso al santuario de la Fontcalda, una de las mayores sorpresas de la ruta junto con el Els Estrets de Dalt, un paraje espectacular donde el río se encaja en un angosto tajo. Allí, un camino tallado en la roca permite recorrer este estrecho. Con esta variada oferta de piedras y agua saldremos de la Fontcalda sanados de cuerpo y alma.

De vuelta a la vía comprobaremos que los ingenieros volvieron a desplegar su buen hacer destacando el grandioso viaducto que salva el arroyo de la Fontcalda.

Por la ruta PR C 98 salvando el túnel

Hasta la estación de El Pinell de Brai, la vía ha sido aprovechada para acoger la ruta de senderismo de la Terra Alta: la PR-C-98. Cerca se ubica el túnel que fue el “culpable” de la clausura del ferrocarril, al producirse un importante hundimiento en su centro. Si el ferrocarril cerró –entre más razones- por este derrumbe, la modesta vía verde tampoco se atrevió con su reconstrucción. Por ello, se ha aprovechado la pista que, sin pendiente relevante, esquiva el túnel por el exterior.

Se retorna a la habitual placidez de la traza, siguiendo como siempre al Canaletas con kilómetros de más belleza paisajística. Unos cuantos túneles más abajo se llega a la estación de Pinell de Brai (km 25,5), hoy día rehabilitada como restaurante. El casco urbano dista unos 6 km por unas tortuosas (y bellísimas) carreteras de montaña.

Siguiendo el gran río Ebro hasta el azud

El tramo del Baix Ebre comienza en esta estación, donde llega el camino asfaltado que parte de la carretera N 230b (km 24). Con la sensación placentera del descenso, la vía verde en su empeño por seguir al Canaletas, avanza sobre terraplenes, grandes trincheras y una colección de sucesivos túneles de diversas formas y longitudes. Uno incluso de 500 m Aunque los más largos cuentan con iluminación se recomienda como siempre portar linternas, frontales o luces en la bici.

Este tramo entre montañas y pinos, alcanza un momento mágico en el soberbio viaducto de Riberola sobre el encañonado Canaletas. Con un estético arco central, la fábrica de hormigón posee tal altura que resulta ser un mirador excepcional. La estación de Benifallet (km 21), es punto de parada. Cuenta con servicio de alojamiento y restauración y hasta cenas musicales en los meses de verano. La localidad de Benifallet situada en la otra orilla del río Ebro es un reflejo de su pasado morisco con calles estrechas y tortuosas, en ella podremos realizar una excursión por el río Ebro o visitar las cuevas Maravillas.

Pasada la estación, la vía salta del barranco del Canaletas al cauce del Ebro superando tres túneles separados por grandes trincheras. A la salida del undécimo túnel por fin nos asomamos al Ebro, el más caudaloso de la península, verdadero protagonista de este último tramo de la vía verde que avanza poderoso hacia el mar entre márgenes montañosos cubiertos por el pinar de las sierras de Cardó y Boix.

La vía verde, un escalón por encima del cauce y su vega, permite disfrutar de amplias panorámicas sobre el río. Esta angostura y el difícil terreno culminan en el azud de Xerta (km 15), obra de ingeniería que retiene y canaliza las aguas del Ebro. El dique del azud, con una singular disposición en diagonal, mide 310 m de longitud y 6 m de altura. Cuenta con un gran rebosadero central y compuertas en los extremos que alimentan los canales de riego. En su margen derecha se sitúa el antiguo molino, uno de los pocos ejemplos industriales del renacimiento que conserva Cataluña.

El desvío de Xerta y la llegada a Aldover

Vía Verde de la Val de Zafán - Descripción de la rutaLa vía llega entre alineados frutales a la estación de Xerta (km 13) y su refrescante fuente. Como será habitual en este tramo del Baix Ebre las estaciones tiene nueva vida, y ésta de Xerta ofrece alquiler de bicicletas incluso eléctricas y servicio de transfer. La ruta continúa por la avenida de L’Estació serpenteando las calles estrechas del casco urbano hasta la plaza y la iglesia, donde se encuentra la escalera fluviométrica. Las riadas del Ebro han sido constantes a lo largo de la historia, y cuesta imaginar que este espacio quedará sumergido bajo 10 m de agua en 1787. Todas las inundaciones acaecidas desde el siglo XV, queda plasmado en la escalera de azulejos adosados a la fachada de la iglesia.

Frente al templo, con su curioso campanario coronado por cuatro perros, seguimos las indicaciones que nos dirige hacia un camino asfaltado que entre naranjos bordea el canal derecho del Ebro. Pasamos un área de recreo sombreada y siguiendo la señal continuamos por un camino de hormigón que tras pasar bajo la carretera C12 sube al trazado original del ferrocarril.

A unos 50 m, a la derecha, encontramos una señalización turística para visitar las antiguas trincheras de la Guerra Civil ubicadas en barranco de los Fornets, forman un sistema cerrado de fortificación que rodea una pequeña montaña cuyo diseño está pensado para controlar y defender esta antigua línea de ferrocarril. Hay señalización interpretativa.

De nuevo en la vía la ruta encara una recta con miradores al Ebro. Se sortea la carretera C12 sobre el barranco de la Conca, donde se encuentra el paraje de las Olles, lugar rocoso y muy erosionado que forma un embalse durante todo el año. Siguiendo la ruta, se atraviesa por debajo del puente de la C 12 y según las indicaciones pintadas en el suelo se regresa al trazado original del antiguo ferrocarril, por una recta llena de plantas y flores hasta el pueblo de Aldover rodeado de naranjos. Le cruzamos y llegamos a la antigua estación de Aldover (7,8 km) recuperada y con servicio de restauración, alquiler de bicis y zona de descanso.

Por la vega del Ebro

Dejando atrás Aldover, la vía definitivamente se acomoda en la rica vega del Ebro y describe largas rectas entre naranjos. Al pie de la Torre d’en Corder, vestigio medieval de carácter defensivo, -actualmente hotel rural- el talud montañoso del margen derecho mengua y se diluye. En ese terreno, el ferrocarril trazó una larga recta por un paisaje ondulado, variado y abierto, donde se dan cita huertas frutales, casillas y granjas que nos llevará hasta el área de descanso del Terrer Roig, en Jesús (Tortosa).

En este punto, el trazado original continuaba por un antiguo puente para sortear la carretera que fue derrumbado. Así, la ruta prosigue por un carril bici con protección. Después hay un tramo corto por una rampa muy empinada para finalmente llegar al puente de la Vall del Marqués, antiguo puente que cruzaba el barranco. La ruta está señalizada por encima de la acera, para separarla del trazado de los coches. ¡Atención con el cruce de la carretera! Hay que cruzar por el paso de peatones que queda a unos metros del final del puente. Llegamos directamente al centro de información del Parque Natural de Els Ports en Roquetes (km 2,6).

Un final urbano: Tortosa

Desde el centro de información nos espera un corto y recto tramo compartido con el carril bus. Cruzaremos por un antiguo vestigio de un puente de La Val de Zafan y continuamos por el carril bici habilitado en la acera que nos lleva al trazado original del ferrocarril. Aquí encontramos señalización de acceso al observatorio del Ebro.

Al final de la calle, la vía verde recupera su fisonomía y circunda entre campos agrícolas el entramado urbano de Roquetes. La vía se ve, nuevamente interrumpida por el cruce de una carretera, salvada por un paso de peatones y señalizado el cruce para los vehículos.

Ahora sí, seguimos por la antigua vía y contemplamos la estampa del monumental conjunto Histórico-Artístico de Tortosa, hacia el antiguo puente de hierro (224 m), de celosía y pilares de piedra actualmente restaurado y pintado de rojo, que cruza sobre el Ebro y da entrada a la histórica ciudad de las tres culturas. El puente sobre el Ebro constituye la obra de fábrica más significativa de la línea de ferrocarril. Su construcción fue muy laboriosa y retrasó la inauguración final de la línea  que se inauguró el 21 de junio de 1868 y fue reconstruido después de la Guerra Civil.

Más kilómetros hasta el Delta del Ebro

La Vía Verde de La Val de Zafán, en su recorrido de 83 km, acaba aquí en Tortosa, pero desde este punto se puede continuar por el carril bici hasta la nueva Vía Verde del Carrilet de la Cava (7 km) puesta en marcha en 2021 hasta el término municipal de La Aldea.

Llegado al final de esta nueva vía verde se puede conectar con el Camino Natural del Ebro, hasta la desembocadura del Ebro. Otros 50 km que permiten alcanzar la Reserva de la Biosfera de la desembocadura por los dos hemisferios del Delta. La ruta es circular y conecta nuevamente con Tortosa, ofrece ¡un montón de posibilidades!

Y en un futuro, esperemos que cercano, quedará unificado un recorrido de más de 175 km desde Puebla de Híjar hasta la desembocadura del gran río Ebro.

Vía Verde de la Val de Zafán - Descripción de la ruta

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