Camino Natural Vía Verde del Ferro i del Carbó
Historia del Ferrocarril
La ruta que ahora proponemos era el extremo norte de una gran línea ferroviaria que tenía su origen en Barcelona. El principal motivo para el tendido de estas vías estuvo en acercar al puerto y la rica zona industrial de Barcelona el carbón que generosamente se escondía bajo las laderas de la sierra Caballera, en Ogassa, a pocos kilómetros de la histórica localidad de Sant Joan de les Abadesses.
De hecho fue una empresa minera, Ferrocarril y Minas de San Juan de las Abadesas, la encargada de construir esta difícil línea que ascendía penosamente por las orillas del Ter. Inaugurado en 1880, el servicio de viajeros se limitó hasta Sant Joan y, tras unos años como empresa independiente, en 1887, NORTE se hace cargo de la línea y la integra en su red catalana.
En 1920 se electrifica todo el trazado, lo que ayuda a mejorar la explotación de este ferrocarril. Precisamente fue en esta década cuando su tramo final se vio animado por el tráfico que generaba la nueva línea del Ferrocarril Transpirenaico, construido por el Estado desde Ripoll hasta la frontera hispano-francesa entre Puigcerdá y La Tour de Carol.
La crisis de la minería en esta comarca provocó que el tramo final de este ferrocarril, entre Ripoll y Ogassa, entrara en declive. Si bien en un principio esto sólo afectó al tráfico mercante, debido a la falta de mantenimiento y la progresiva pérdida de calidad de la vía, se tradujo en un descenso continuo de viajeros. Finalmente, a principios de la década de los ochenta, se produjo una suspensión temporal del tráfico por motivos de seguridad que a la larga, en 1985, derivó en una clausura definitiva.
Trece años más tarde, la comarca del Ripollés promovió una operación de recuperación de este tramo abandonado como vía verde, una apuesta más en el desarrollo de un sector turístico de alta calidad en alza en estos parajes pirenaicos ricos en arte y naturaleza.