Vía Verde del Ferrocarril Estratégico
Historia del Ferrocarril
En 1902 la Sociedad “Minas de Hierro y Ferrocarril de Carreño” logra del Gobierno la concesión para la construcción de un ferrocarril minero de Aboño a Candás (con ramales a Caoyanca, Piedeloro y Regueral), para el transporte del mineral de hierro extraído de las minas de consejo.
La inauguración oficial de la línea se produce el 8 de junio de 1909, fecha en que se realizó el viaje inaugural, entre Candás y Aboño. Aunque nació como ferrocarril minero, en 1910 ya empieza a transportar viajeros. Sin embargo, los resultados económicos fueron tan malos que llevaron a la liquidación de la sociedad, en agosto de 1915. En esta coyuntura el Marqués de Urquijo, principal acreedor de la sociedad, asume el control total de su actividad. El 11 de junio de 1917 se construye la nueva “Compañía del Ferrocarril de Carreño S.A.”; empresa que sería conocida como “El Carreño”.
El Marqués de Urquijo da un decidido impulso al servicio de viajeros y realiza otras innovaciones técnicas y de esta manera, a lo largo de la década de los 50 “El Carreño” mejora sus resultados económicos. Sin embargo, el cierre en 1967 de las minas de hierro de Llumeres (principal origen del tráfico de mercancías de la empresa) da comienzo a una larga agonía de la empresa, que llevó el cierre de la misma el 10 de enero de 1974. La línea acabó integrada en la por entonces FEVE, pasando a ser el tramo Avilés-Gijón de la línea Ferrol-Gijón. “El Carreño” fue el último ferrocarril privado asturiano y uno de los últimos de la cornisa cantábrica.
Además de “El Carreño”, la otra gran obra ferroviaria de servicio público que se acometió en el municipio es el tendido de la línea Ferrol-Gijón, más conocido como el “Ferrocarril Estratégico”. Esta obra, de muy larga gestación, nunca fue concluida y acabó siendo abandonada.
Los orígenes de esta línea ferroviaria se remontan a finales del siglo XIX, época en la que existía el deseo de unir por ferrocarril la base naval de Ferrol con las fábricas de armas de Trubia y Oviedo y con el puerto de Gijón, a lo largo de la costa de Galicia y Asturias. A finales del 1922 se iniciaron las obras, poco tiempo después de que la “El Carreño” inaugurase su propia línea. Justo antes de la Guerra Civil se acopiaron en Gijón los materiales necesarios para la instalación de la vía, pero el inicio de la contienda interrumpió dicha instalación. Las obras de construcción quedaron paralizadas por las difíciles circunstancias de la Posguerra.