Vía Verde de La Camocha
Historia del Ferrocarril
El ferrocarril de Veriña a La Camocha fue construido para dar salida a la producción del rico coto hullero que se explotaba en esta zona gijonesa y que ofrecía problemas de transporte a pesar de su óptima ubicación respecto al puerto del Musel.
Esta situación se hace crítica en la posguerra ante la falta de elementos para el tráfico por carretera y la fortísima demanda de carbón, circunstancias que obligan a plantear la solución ferroviaria. Por esto, la Sociedad Felgueroso, propietaria del pozo La Camocha, solicita en 1942 la concesión de un ferrocarril industrial en ancho ibérico, que llevara el mineral al puerto.
Finalmente, la concesión del ferrocarril recae en el Instituto Nacional de Industria, aunque, en términos reales de funcionamiento, fue Renfe la responsable de la explotación y mantenimiento de este ramal a lo largo de toda su historia. En servicio desde 1949 hasta 1986, en sus casi 9 km de trazado se transportaron toneladas de carbón hasta años de la década de los ochenta, cuando se trasvasó este tráfico a la carretera.
Para la construcción del ferrocarril se aprovechó, prácticamente en su integridad, la explanación realizada, casi desde principios del siglo pasado, para el ferrocarril de Gijón a San Martín del Rey Aurelio; una línea de vía ancha construida como alternativa al congestionado ferrocarril del Langreo y que pretendería, al igual que aquél, unir la cuenca minera del Nalón con el puerto del Musel. Se llevó a cabo la mayor parte de la explanación, con algunos importantes túneles, pero sólo este primer tramo aledaño a Gijón llegó a contar con carriles.
Tras el cierre del ferrocarril, y más de una década de abandono, el Ayuntamiento de Gijón asumió la recuperación de este trazado como una nueva Vía Verde, una de las pioneras en España. Muy cerca, el Museo del Ferrocarril de Asturias conserva en estado de marcha una locomotora de vapor, la SAF, acompañada de otra locomotora diésel y varios vagones mineros muy interesantes.