Camino Natural Vía Verde de la Sierra
Descripción de la ruta
Esta Vía Verde fue una de las primeras actuaciones del Programa Vías Verdes en España. Son muchas las actuaciones que se han ido llevando a cabo a lo largo de los últimos años para su puesta en valor. Se han rehabilitado y puesto en uso turístico alojamientos y restaurantes en las estaciones de Puerto Serrano, Coripe y Olvera. La estación de Zaframagón está abierta al público como observatorio de aves y se ha construido un centro de interpretación de la Vía Verde de la Sierra junto a la estación de Olvera.
Puerto Serrano: ¡Bienvenidos a la Vía Verde de la Sierra!
La ruta comienza en la antigua estación de Puerto Serrano, rehabilitada como alojamiento y restaurante (cuenta con 8 bungalows con piscina), que se eleva sobre un cortado presidiendo la vega del Guadalete. A continuación de este complejo se encuentra la sede de la Fundación Vía Verde de la Sierra, entidad que gestiona este itinerario, ubicada en la antigua casa del guarda de la estación. A partir de este lugar, la Vía Verde no ofrece ninguna duda sobre el camino a seguir y, de forma natural, nos enfila al primer (y último) desvió de la traza original del ferrocarril.
El largo túnel de El Indiano se resistió a ser recuperado por la Vía Verde. Múltiples derrumbes en su interior han hecho posponer su reapertura y la ruta ha sido enfilada por una corta variante que atraviesa la hacienda de El Indiano (km 3,5). Tras el desvío, afrontamos el paso del primero de la larga serie de túneles que jalonan este recorrido.
Nuestra singladura prosigue sobre el paraje de Los Llanos de la Reyerta. El Guadalete, cuya etimología tiene ecos trágicos, “río de los muertos”, era una frontera en el primer avance musulmán en la península. Aguas abajo tuvo lugar la famosa batalla entre los de Tarik y los de Don Rodrigo, con resultado por todos conocido.
En este llano paraje se localiza el primero de una serie de molinos hidráulicos que aprovechaban la bravura (en ciertas épocas del año) de las aguas del Guadalete. Al igual que éstas, el terreno se torna levantisco y fiero, aflorando desde el subsuelo ingentes masas rocosas. El río ha sido implacable con la roca y, poco a poco, ha excavado un escarpado cañón por el que se desliza entre abundantes rápidos.
El paso sobre el arroyo de los Azares, situado en el km 5,9, nos descubre el primero de los cuatro grandes viaductos de la Vía Verde. Estas espectaculares obras de fábrica, sumadas a los abundantes túneles, permiten que nuestro camino no se entretenga con rebuscados esquives de los obstáculos naturales, franqueando limpiamente, sin perder altura, las sorpresas del camino.
La Junta de los Ríos
A la salida del túnel de los Azares, la vía se “cuelga” sobre el río en una sorprendente balconada, seguida de un nuevo túnel de casi 500m de longitud en curva. Esta larga galería será la primera iluminada que encontraremos. Maravillas de la técnica: las luces se encienden automáticamente al paso.
De todos modos, conviene llevar linterna. A la salida del túnel, el valle se abre para que las aguas del Guadalete reciban los caudales del Guadalporcún: nos hallamos en el paraje de la Junta de los Ríos (km 9). En este lugar se ha habilitado un pequeño aparcamiento para facilitar la incorporación de aquéllos que deseen iniciar la ruta aquí.
En la Junta de los Ríos, ruta y Guadalete se separan, hermanándose el ferrocarril con el río Guadalporcún. En este nuevo tramo, el trazado ferroviario repite las curvas del difícil relieve de estas montañas béticas. Aquí fue preciso de nuevo “tirar de hormigón” para salvar, sobre un bello viaducto, el paso del arroyo de Gillete (km 12,3). También se hizo necesario “vaciar” alguna que otra montaña, destacando el túnel que atravesó por su base el cerro del Castillo, el más largo del recorrido con 990m de longitud. A la salida, y tras cruzar el Guadalporcún por un largo viaducto, se llega, en el km 14,5, a la estación de Coripe, otro de los accesos recomendados a la ruta. Pero antes conviene acercarse al Chaparro de la Vega, encina centenaria declarada Monumento Natural. Un lugar que no hay que perderse. Esta estación ha sido rehabilitada como alojamiento rural y restaurante. Frente a este edificio se ha construido un alojamiento accesible y servicios públicos adaptados con baños y duchas.
A solas con el Guadalporcún
Desde aquí hasta Zaframagón atravesaremos cinco nuevos túneles. La naturaleza sigue haciendo valer su poderío alrededor de la vía. Ni carreteras ni pueblos perturban la placidez y la armonía de un paisaje en el que el único sonido de fondo lo ponen los pájaros y las chicharras. En el km 20,5 aparecerá ante nuestros ojos la estación de Zaframagón. El edificio, ya rehabilitado de su estado ruinoso, acoge un “Centro de Interpretación y Observatorio ornitológico”.
Presenta como atractivo su sistema de monitorización por vídeo vigilancia de las buitreras. Una cámara digital de alta sensibilidad, con rotación de 360˚, permite conocer en tiempo real como vuelan, alimentan a sus crías y llegan a sus nidos los buitres leonados. Esta estación es la antesala del “paraje estrella” de esta vía verde: el Peñón de Zaframagón, donde se localiza una de las mayores buitreras de Europa.
A pocos metros del centro de interpretación se encuentra el edificio del antiguo almacén de la estación, hoy día rehabilitado, totalmente accesible y puesto en uso como centro de recepción de visitantes y donde además hay una pequeña tienda de recuerdos de la vía verde y una cantina donde proveerse de snacks y bebidas antes de continuar el camino.
El peñón aparece rebanado en su flanco oeste por las aguas del Guadalporcún, que han tajado un angosto paso, “el estrechón”, Las mismas aguas son superadas a varias decenas de metros de altura por nuestro camino, que pasa airoso sobre el elegante viaducto de Zaframagón. En este tramo es preciso atravesar la base del Peñón por otro largo túnel iluminado de 700m.
Próximas estaciones con parada: Navalagrulla y Olvera
Al otro lado se abre un paisaje de praderas, con la silueta en la lejanía de los angulosos perfiles de la Sierra de Líjar. Fincas ganaderas orlan el entorno de la vía, que discurre ganando poco a poco altura en dirección a la estación de Navalagrulla, situada en el km 27,3 y pendiente de acoger algún nuevo uso. Será preciso superar 3 nuevos túneles, tras los cuales llegamos a esta solitaria estación. Afrontamos el último tramo de esta vía sobre la loma que separa las cuencas de los ríos Guadalporcún y Guadamanil. Entre estos “guadas”, el trazado prosigue por un paisaje suavemente ondulado, atravesando otros seis nuevos túneles, donde nuestra vía se cruza con la Colada de Morón (km 32), antiguo vial pecuario. Desde aquí hasta la imponente estación de Olvera solo distan tres kilómetros, corta distancia en la que los elementos se conjugaron contra la obra del ferrocarril, que casi fue borrada de la faz de la tierra. Se mantuvieron algunos túneles, de los cuales cuatro fueron aprovechados finalmente por la nueva vía verde. Entre las galerías, la nueva traza se pega a las laderas en un sinuoso recorrido que alcanza finalmente a los andenes de la estación de Olvera.
El edificio de la estación, sin duda uno de los más bellos de todo este ferrocarril, alberga un complejo que incluye siete habitaciones, cuatro bungalows con forma de vagón de tren, piscina y aparcamiento regulado para autocaravanas.
Junto a este complejo, se encuentra el Centro de Interpretación Vía Verde de la Sierra, que ofrece información sobre la Vía Verde de la Sierra y sus pueblos, de forma amena e interactiva y permite disfrutar de las sensaciones que transmite la proyección en 4D sobre el trazado. ¡Magnífico broche de oro! No os lo perdáis.