Camino Natural Vía Verde del Maigmó
Descripción de la ruta
Esta vía verde propone un viaje de ascenso hasta el puerto del Maigmó por un recorrido cambiante que se mueve entre la planicie cultivada de la depresión de Agost y los paisajes forestales mediterráneos de la alta sierra del Maigmó, cubiertos de pino carrasco y horadados por impresionantes ramblas y cárcavas.
Lamentablemente los sistemas de iluminación de los túneles (que se incluyeron cuando se realizaron las obras de acondicionamiento como vía verde) fueron vandalizados, por lo que será buena idea portar linternas o luces en la bici. También hay que saber que hay algunos cortos tramos compartidos con automóviles. Y aunque será difícil que topemos con muchos vehículos no está de más tener cierta precaución.
La ruta se inicia en el apeadero de Agost. Una carreterita nos llevará hasta este enclave ferroviario a 4 km de la población. Hoy día ya no se detienen los trenes de la línea La Encina-Alicante, así que habrá que llegar en coche, caminando o en bici. Otra opción interesante es comenzar la ruta Agost en el amplio área de descanso de la localidad que cuenta con aparcamiento.
Si se optara por realizar la ruta en descenso desde el puerto del Maigmó hacia Agost, la forma de alcanzar el inicio de la ruta pasa por abandonar la autovía Alicante-Alcoi (A-7) una vez pasada el área de servicio del puerto del Maigmó. Un cambio de sentido a través de un paso inferior y una glorieta nos colocarán en la vía de servicio del sentido contrario. A pocos metros localizaremos una despejada pista de tierra y un área de descanso con aparcamiento, claro indicio del comienzo de la ruta.
Tras este inciso volvamos al apeadero de Agost. Desde aquí, la vía verde con un firme de tierra compactada, se enfila en paralelo a la línea activa del ferrocarril. A pocos metros, la falta de un pequeño puente sobre un camino nos obliga a un fuerte –aunque corto– descenso, y a la consiguiente remontada hasta alcanzar la cota de la vía. Debido a la falta de este pequeño puente, se desaconseja este primer tramo para las personas usuarias de sillas de ruedas. Para los más pequeños y poco avezados, es del todo lícito bajarse de la bici durante unos pocos metros y empujar.
De vuelta a la más absoluta normalidad, la vía avanza por un terreno agrícola donde las viñas, olivos y otros cultivos dan color a una traza que ha sido objeto de una esforzada y apreciada reforestación de olivos, granados, palmeras y otros arbolitos, que van dando sombra a esta vía verde, muy calurosa buena parte del año. Así, tras algunos cruces a nivel con caminos agrícolas asfaltados (¡precaución!) y un paso superior en el km 4, la vía, escoltada por una fila de palmeras, va acercándose al pueblo de Agost. Una gran área de descanso con buen mobiliario, sombras y la vista a la localidad ibvita a detenerse. Esta población será la primera y la única con la que nos encontremos en todo el recorrido, por lo que será un buen punto de avituallamiento si vamos faltos de algo. Los que gusten de la tradición de los alfares no se lo pueden perder. Los botijos balncos serán un buen recuerdo de la ruta.
Entre ramblas y grandes viaductos
De vuelta a la vía verde, una pasarela que no es otra cosa que un antiguo puente ferroviario de FGV que antaño vivió en Calpe en la línea de Villajoyosa a Dénia (km 4,8) nos proporciona desde 2023 un cruce seguro sobre la carretera de Novelda a Agost (CV 820) y la posibilidad de acceder a la población a través de un nuevo carril bici. Antaño, hubo una pasarela metálica de nueva construcción, pero el toque de este puente ferroviario con más de un siglo de vida a sus espaldas viendo pasar primero trenes y ahora a personas a pie o en bici ha mejorado este punto.
Nuevas rectas entre huertas y campos de labor nos colocan en otra pasarela, ésta más larga y menos histórica que la anterior, situada en el km 6,9 la cual nos permite contemplar desde las alturas la rambla del Derramador, poniéndonos en antecedentes de las numerosas ramblas que cruzaremos hasta el final de la vía.
La vía, flanqueada nuevamente por palmeras, se interna en una de las trincheras más impactantes del recorrido (km 9). Realizando una amplia curva hacia la izquierda, la altura de las paredes arcillosas de este desmonte y dos armoniosos arcos pertenecientes a sendos pasos superiores de caminos agrícolas serán toda una bendición si el sol aprieta. El siguiente kilómetro viene definido por la rambla del Tarraig (km 10), que es superada gracias a un alto terraplén en una imponente curva hacia la derecha, lo que permite otear el horizonte, los mares de cultivo y la cercana sierra del Maigmó.
A la salida, entramos ya de lleno en los áridos paisajes de badlands, pasando de la zona de cultivos a las blancas tierras de yesos. Dos pasos superiores más y un corto viaducto marcan el km 11. El tendido ascenso continúa mientras el paisaje comienza a tornarse más verde. Los primeros matorrales y pinos carrascos hacen su aparición tras el primer túnel del recorrido (km 12,1).
A la salida, una nueva sorpresa del recorrido: el viaducto de Forn del Vidre (140 m). Merece la pena descender de la vía y acercarse a contemplar la grandiosidad de esta obra de fábrica, que sobrevuela nuevamente sobre la rambla del mismo nombre, a la que raramente veremos portar agua. A la salida del túnel, en el km 13, una bonita trinchera protegida para evitar desprendimientos nos coloca en breve en la siguiente área de descanso.
De nuevo en marcha y enfilando hasta el siguiente gran hito de la ruta: el viaducto del Palomaret (km 14). Se trata de otra impresionante obra de 200 m de longitud donde –¡ojo!– pueden pasar automóviles, dado que estamos en uno de esos tramos de la ruta con tráfico compartido.
Los túneles de la sierra del Maigmó
No les debió resultar fácil a los ingenieros de la época hacerse con la orografía de esta zona del interior de Alicante. Así, nos les quedó más remedio que calar estas sierras mediante unas largas galerías, que hoy forman uno de los grandes atractivos y un elemento de emocionante aventura en esta ruta. Entre ramblas, altos farallones rocosos y el dominio del pino carrasco, nos topamos en los km 14,7 y 15,7 con los siguientes 2 túneles de 78 m y 160 m respectivamente. Es hora de sacar la linterna al llegar al del km 16,1 pues sus 250 m empiezan a imponer respeto.
Entre nuevos tramos de trincheras, altos terraplenes, ramblas y cercanas moles arcillosas, empezamos a ver como la carretera CV 827 que queda a nuestra derecha va trepando y trazando innumerables y vertiginosas curvas por estas sierras hacia el alto del Maigmó. No será raro ver ciclistas trepando por la carretera mientras por la vía verde el ascenso es más tendido.
Estamos, sin duda, en una de las zonas más bonitas del recorrido, el olor de los pinos parece invadirlo todo y los túneles parecen añadir una magia especial. Los 381 m de galería completamente a oscuras del túnel del km 17,4 serán solo la antesala del largo y penúltimo túnel de la ruta, que atraviesa las tripas del collado de la Horna. Pero antes, y por si necesitamos una parada, se nos ofrece a la derecha de la vía entre una gran pinada una nueva y más que agardable área de descanso.
La coronación del puerto
El penúltimo túnel de la ruta, situado en el km 18,2, es sin duda el más largo (525 m). Así que, linterna en mano y espíritu de aventura fortalecido lo atravesaremos sin problema. Cabe decir que el firme de éste y de todos los demás túneles es de cemento, por lo que será más cómodo y seguro avanzar por ellos. El último túnel, (séptimo de nuestra ruta y tampoco iluminado) tiene como peculiaridad, que el hito kilometrico 19 se encuentra en su interior.
Los últimos 3 km los afrontaremos con un poco más de pendiente, pero reconfortados y a sabiendas de que el paisaje y el entorno merecen la pena. En el último kilómetro veremos ya a nuestra derecha la autovía de Alicante a Alcoi (A 7) y un área de servicio. En el caso de que prefiramos la opción de recalar en el área de servicio, frente a la de acabar en el área de descanso ubicada al final de la vía verde (km 22), nos dirigiremos a ella a través de un carril bici que parte desde el final de la vía verde, cruza la cercana glorieta, y avanza por el paso inferior de la autovía y la vía de servicio de la autovía. Si necesitáramos reponer fuerzas un área de servicio, restaurante y merendero podrán cumplir con las necesidades del final de la ruta. El final de la Vía verde, en el puerto del Maigmó pertenece al municipio de Tibi, situado a 6 km del final de la ruta.