La unión de la Vía Verde del Río Oja, que enlaza Ezcaray y Casalarreina aprovechando el antiguo trazado de ferrocarril, y la Ruta Verde del Oja-Tirón, que continúa la conexión hasta Haro, esta vez por un recorrido alternativo al que seguían los raíles de la antigua locomotora de vía estrecha, da como resultado una ruta que recorre el valle del Oja, desde las montañas y bosques de la sierra de la Demanda hasta las tierras del Ebro, cruzándose con el Camino de Santiago a la altura de Santo Domingo de la Calzada.

Hacia el cruce con el Camino de Santiago

La vía verde discurre a lo largo de 26,3 km y está asfaltada casi todo su recorrido. El camino parte junto a la antigua estación de Ezcaray (km 0), que hoy acoge un agradable y coqueto restaurante con terraza. Pero antes, conviene perderse por las calles de esta localidad serrana sita en un espacio de excepción: las sierras de Demanda, Urbión, Cebollera y Cameros son testigo de ello.

Al poco de iniciar la ruta podemos acercarnos a una plazoleta desde la que se accede a la ermita de Allende, patrona de esta villa y situada a la derecha de la vía. El trazado que casi se pega a la montaña bordea los cortados calizos de la peña de San Torcuato. Descendemos hasta Ojacastro (km 3) atravesando rebollares, choperas y prados en el que es, sin duda, uno de los tramos más bellos del recorrido, y una vía verde más que recomendable en los meses de otoño. Al acercarnos a la antigua estación – hoy usada como casa de retiro religioso – cruzamos un puente y la vía salva esta zona quebrada con tramos en trinchera. Continuamos nuestra ruta, dejando atrás Ojacastro al otro lado del río, y seguimos en un trazado elevado con vistas de prados con nogales y bosques de pino y rebollo.

Poco a poco la sierra se va diluyendo en el paisaje y al cabo de un par de kilómetros atravesamos la carretera a Santurde LR 414 (¡siempre precaución!) junto a unos edificios surgidos en torno a la antigua estación de Santurde-Santurdejo. A partir de aquí, el paisaje cambia notablemente y empieza a estar dominado por amplios campos de cultivo junto al aluvial del río Oja.

Llegamos a una pasarela sobre el arroyo Santurdejo, cruzamos la LR 413 y avanzamos durante varios kilómetros rodeados de fincas de cereal. En primavera y verano estos cultivos son el hábitat de cría del aguilucho cenizo, una rapaz de zonas cerealistas que nidifica en el suelo. A la altura de la carretera a Gallinero de Rioja (LR 325) podremos parar a descansar en una zona acondicionada con bancos y fuentes. A 3 km de Santo Domingo veremos una réplica de lo que fuera el primigenio apeadero de La Carrasquilla. En tiempos estuvo abierto como restaurante, ojalá algún día pueda volver a ser parada del viajero.

Siguiendo la inequívoca vía llegamos a la peregrina ciudad de Santo Domingo de la Calzada (km 13), donde nos cruzaremos con otra ruta, el Camino de Santiago francés que atraviesa la localidad. No podemos continuar sin visitar esta bella localidad llena de atractivos, como su plaza Mayor, su arteria principal jacobea y la catedral dedicada a Santo Domingo que aloja el sepulcro del santo que se encuentra situado frente a un curioso gallinero (que contiene un gallo y una gallina vivos, que recuerdan el milagro del Camino de Santiago). 

Entre choperas y tierras de cultivo

De vuelta a la vía salimos de Santo Domingo de la Calzada y cruzamos la circunvalación por un paso subterráneo. Trascurren 4,5 km antes de llegar a las ruinas de la antigua estación de Bañares y un camino que fue una calzada romana y trazado del Camino de Santiago hasta el siglo XII. En este tramo proyectado en la más absoluta recta tenemos ocasión de ver ejemplares aislados de encina, cuya presencia nos recuerda los extensos encinares que ocuparon estas llanuras antes de su roturación histórica para la agricultura. Poco después encontramos un área recreativa y cruzamos un canal. El pavimento de la vía verde desaparece por un breve espacio, en un tramo nuevo que discurre paralelo a la circunvalación de Castañares de Rioja (km 20) y al cabo de un kilómetro llegamos a la rotonda que se dirige al pueblo. La antigua estación aún mantiene edificios en relativo buen estado dedicados a fines agrícolas.

El paisaje a ambos lados es agrícola y a la derecha aparece una hilera de chopos y alisos asociados a regatos que drenan del acuífero del Oja; enseguida atravesamos una zona de choperas que nos brindará parte de la poca sombra que tiene este tramo de la vía verde. Para llegar a Casalarreina (km 26,3) dejamos el trazado del antiguo ferrocarril y avanzamos por un camino agrícola hasta encontrar el camino junto a la circunvalación. Por éste llegamos a las rotondas de la variante, cruzamos bajo un paso elevado y giramos por la Ruta Verde que discurre paralela a la LR 111.

Ruta Verde hasta Haro

La Ruta Verde, que conecta con Haro, -lugar del que partía el antiguo ferrocarril Haro-Ezcaray- es un agradable paseo de 12 km que arranca a unos dos kilómetros del núcleo urbano de Casalarreina. Aunque no sigue la traza del ferrocarril por dificultades para su recuperación, este trazado es una atractiva ruta que sigue paralela al río por el parque fluvial de la localidad.

Al llegar a la pasarela del Oja, la ruta cambia de margen, y tras pasar bajo el puente de piedra continúa, ya por la orilla izquierda del Oja en dirección a Cihuri. En este tramo, el soto ribereño envuelve al caminante en una atmósfera de luces y sombras. En esta zona, y hasta la desembocadura del acuífero del Oja, podemos encontrar bellas alisedas naturales.

Poco a poco la ruta se separa del río y prosigue hasta Cihuri entre campos de cereal, huertas y viñedos. Por el camino alfombrado del Molino, bordeando las choperas de otro río, esta vez el Tirón, el recorrido nos deja en uno de los rincones más bellos de La Rioja, enmarcado por la magnífica silueta de los montes Obarenes, las Peñas de Gembres y las Conchas de Haro. El topónimo de Cihuri, de origen vasco (Zubihuri), significa “villa del puente”, y es precisamente el puente romano del Priorato su construcción más importante. También el propio palacio-convento se encuentra en perfecto estado de conservación y luce aún su escudo de piedra y su gracioso campanil. 

“Junta los ríos”

Antes de atravesar el puente para seguir la Ruta Verde podemos desviarnos unos 400 metros, pasando junto al barrio de las bodegas, y visitar “Junta los ríos”, para otear desde su mirador el punto en el que los ríos Oja y Tirón se dan su abrazo para fundirse en solo uno. 

La siguiente parada es Anguciana. El camino hasta el pueblo discurre junto a una zona residencial, y tras cruzar el puente sobre el río Tirón, llega hasta el casco urbano. Las señales de la ruta nos guían a través del pueblo hasta el conocido como Camino de la Zarzuela, donde volveremos a tomar contacto con el río y la ribera hasta nuestro destino, Haro. 
Antes conozcamos algo más sobre el origen y la historia de la famosa frase tantas veces repetida por los viajeros que se acercaban a la estación de ferrocarril de la capital jarrera: “ya estamos en Haro, que se ven la luces”. Frente a la presa de Arrauri, un atril interpretativo describe el aprovechamiento energético en esta localidad y la historia empresarial de una de sus familias más influyentes, la familia Francés, que llevó por primera vez en La Rioja el alumbrado eléctrico a una de sus fábricas.  

Tras flanquear una gran viña pasamos por debajo de la autopista y enseguida se ofrecen al usuario dos alternativas para llegar hasta Haro. Si vas de paseo se puede optar por seguir la senda de “El Viano”, un precioso camino junto al río. Sí tu opción es hacer la ruta en bicicleta, o quieres seguir por la Ruta Verde, lo cómodo es ir por el camino de la Fuente del Moro.

Ya solo nos queda una pequeña subida para encontrarnos en el parque de Vista Alegre, en la zona urbana de Haro, la capital del vino. En el parque podremos poner fin a nuestra ruta buscando el puente que se eleva sobre el antiguo trazado de la vía del ferrocarril, donde podemos asomarnos e imaginar la silueta del “Bobadilla” alejándose humeante, como lo hizo durante décadas en dirección a Ezcaray.