Cookie Consent by Free Privacy Policy Generator Vía Verde de El Ronquillo

Vía Verde de El Ronquillo

Historia del Ferrocarril

Vía Verde de El Ronquillo - Historia del Ferrocarril
Foto: Archivo Histórico Ferroviario del Museo del Ferrocarril de Madrid
(REDER KLEINGEBEIL, GUSTAVO)

La Vía Verde de El Ronquillo ocupa parte del trazado del ferrocarril Minas de Cala (Huelva) – San Juan de Aznalfarache (Sevilla). Este tren tiene su origen durante la encrucijada de los siglos XIX y XX. A lo largo de sus poco más de 50 años de vida, los 96 km de este ferrocarril, llegaron a transportar hierro, cobre, plomo y zinc, además de otras mercancías y también pasajeros.

La propiedad de las minas pasó reiteradas veces de mano en mano y de país en país (Portugal, Reino Unido, España), por ser un negocio difícil y con unos costes de transporte muy altos para alcanzar el mercado europeo. Este trajín se calmó cuando, en 1900, la Sociedad Anónima Minas de Cala, con sede en Bilbao adquirió la explotación. 

Se eligió que el acarreo del material se realizara por un ferrocarril que a partir de la mina discurriría casi paralelo al río Rivera de Huelva hasta llegar al Guadalquivir, desde donde, ya por mar, el mineral se repartiría a lejanos destinos del norte de Europa. La obra fue aprobada en enero de 1902 y el coste final superó la cantidad de trece millones de pesetas (sobre 80.000 €). Además de la vía férrea, de ancho métrico, fue necesario edificar doce estaciones, un apeadero, y el magnífico embarcadero fluvial sobre el Guadalquivir, construido con hormigón armado, una obra pionera en su estilo en la ingeniería española.

La obra se terminó en solo tres años, entrando en servicio en 1905. Al trazado principal se agregaron dos ramales: de Zufre a Santa Olalla (13 km) y del Ronquillo a la Minas del Castillo de Las Guardas (14 km), que a su vez contaban con acceso a las Minas de Téuler y Peña de Hierro. Esta mina varió su salida ferroviaria original (el puerto de Huelva), llegando por este ramal al puerto de Sevilla. Todo esto llegó casi a duplicar, entre 1907 y 1910, la mercancía transportada. Pero la ilusión que el tren había despertado en la población local no duró mucho. Los cierres mineros provocaron la crisis de la empresa. Así en 1933 se suspendieran los servicios para pasajeros, quedando un residual tráfico mercante que cesó en 1955. Solo restó un marginal tráfico entre Gergal y Camas que fue cerrado en 1960, levantándose las vías poco después. 

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