Camino Natural Vía Verde Ruta de la Plata (Plasencia - Béjar)
Descripción de la ruta
En esta vía verde es fácil recordar el pasado ferroviario gracias a la conservación de elementos del antiguo ferrocarril a lo largo de la ruta como semáforos, señalización, cambios de aguja, etc. y por supuesto las estaciones, de las cuáles 3 de ellas están recuperadas y con servicios turísticos.
Completar esta ruta es muy importante porque forma parte del proyecto europeo Eurovelo EV1. La ruta de cicloturismo Eurovelo 1 tiene 11.150 kilómetros, desde el Cabo Norte, en Noruega, hasta el Algarve portugués pasando por estas tierras de Cáceres y Salamanca.
Comenzamos!
Desde Plasencia, capital del Jerte a Casas del Monte
Aunque el km. 0 está en la estación de trenes de Plasencia, el túnel de San Lázaro (km. 1) marca realmente el inicio de la ruta. Llegar a este aquí por la senda fluvial junto al río Jerte con vistas a la catedral resulta muy fácil. La referencia será la calle Cristobal Oudriz. Eso sí, toca un pequeño repecho para ponerse al nivel de la plataforma del ferrocarril.
Desde el inicio la orientación en dirección a Hervás es en ligera subida pero el firme, -siendo el último tramo en haberse incorporado a este Camino Natural Vía Verde- es muy bueno. El túnel de San Lázaro (178 m.) está perfectamente iluminado, pavimentad y es sin duda un inicio de lujo para adentrarse en el monte público de Valcorchero, Paisaje Protegido de Extremadura. Hay que tener en cuenta que el túnel abre a las 9h y cierra a las 21h (a las 19h en invierno). Después de atravesar esta galería ferroviaria un mirador a la derecha nos dejará bonitas vistas sobre la ciudad de Plasencia y el puente sobre el Berrocalillo (150 m) y con siete ojos.
El siguiente gran hito después del viaducto sobre el arroyo Tejoneras es el gran viaducto de Hierro o Gastón Bertier (km. 3,8) llamado así en honor al ingeniero que lo diseñó. Junto a él pueden verse los enormes pilares de sillería del primer puente de hierro que cruzaba el Jerte y que tuvo que modificarse a partir de 1929 con la construcción del “nuevo” para permitir el paso de trenes más modernos. Las vistas desde el área de descanso instalada junto a los restos del viejo puente son increíbles con los verticales cañones que forma el río y un lugar desde el que admirar estas dos imponentes obras de ingeniería civil.
Este primer tramo, además de por estas obras de fábrica tan singulares resulta especialmente interesante y atractivo por discurrir entre la zona de matorral mediterráneo, las dehesas de porte y densidad y las altas trincheras donde incluso se practica la escalada.
Después se cruzará en el km.7 por sendos puentes y con enormes garantías de seguridad la N-630 y la autovía A66. Seguimos en ligera subida, ahora ya más cerca de la carretera nacional hasta el área de descanso de la estación de Oliva de Plasencia (km. 9). Cruzaremos un puente más sobre el barranco de La Oliva y seguidamente llegamos al cruce de caminos conocido como “El Avión” por el restaurante con terraza ubicado en este punto. Aquí confluyen la autovía, la carretera que va a Cáparra (a 6 km, y muy recomendable visita) y la vía verde con la abandonada estación de Villar de Plasencia (km. 16). Una desproporcionada área de descanso detrás de la zona de servicio de la autovía permite parar y reponer fuerzas por si fuéramos escasos de algo.
El paisaje entre dehesas, pastos y cultivos con la presencia de algunos postes con cigüeñas se mantiene mientras se ven los pueblos en la lejanía a media ladera. Poco después pasaremos a desnivel por un paso inferior la N-630 y después nuevamente la A66 casi sin percatarnos de estar cruzando estas grandes vías rápidas. Así, llegamos hasta Jarilla (km. 22) y sus bares y hostales que quedan al margen de la carretera y muy cerca de la vía verde, lugares muy frecuentados por peregrinos y que permiten hacer un alto en el camino.
Desde este punto la vía se va alejando ya de la carretera para entrar en un espacio mucho más apacible, natural y atractivo atravesando el monte donde es frecuente ver la zona de pastos con ganadería.
De Casas del Monte a la capital del Valle del Ambroz
Tras cruzar la carretera local que lleva hasta Casas del Monte se alcanza la antigua estación (km 25,8) se avanza entre trincheras horadadas por el ferrocarril, un robledal primero y un bosque de ribera después al llegar al puente de la Garganta Ancha (km. 28,3). Tras el puente, un camino a la derecha permite llegar alejados del tráfico a la localidad de Casas del Monte.
Entre encinas y alcornoques nos plantamos en las inmediaciones de Segura de Toro que se puede ver a lo lejos en la sierra de las Cruces Altas. En este pueblo llama la atención un toro de la época prerromana que adorna la plaza. Al pueblo y a sus piscinas naturales (que también existen en Casas del Monte y en Gargantilla) se puede llegar por un camino tras cruzar el puente sobre la Garganta Grande.
Avanzando entre dehesas y tras cruzar el arroyo de Montesinos se llega a la antigua estación de Aldeanueva del Camino y al barrio de la estación (km. 32). La vía vira hacia el este y va junto a la autovía un rato. Aldeanueva del Camino, donde es fácil encontrarse con la originaria y romana Vía de la Plata, queda cerca y se puede llegar hasta allí a través de un camino cementado que también da acceso a Gargantilla, pueblo situado a la derecha de la vía. Cruzaremos en arroyo Romanillo (km 35,3) mientras el paisaje cambia, siendo ya frecuentes la presencia de robles y melojos mientras la vía se interna en zonas de trinchera excavadas por el ferrocarril en esta sierra.
Hervás queda cerca y las casas de labor se suceden hasta que entramos ya de lleno en la capital del Ambroz tras pasar bajo la carretera CC-102. A partir de este momento habrá que circular con mucho cuidado por la “calle de la Vía” antes de alcanzar la estación de Hervás (km 39). Ésta será la primera de las tres estaciones que acogen nuevos usos. En ese caso albergue, café, centro de interpretación del ferrocarril y casa rural.
Para visitar esta imprescindible localidad se puede bajar por la calle “paraje de la estación”. Si se tiene poco tiempo aconsejamos visitar directamente la judería declarada conjunto histórico artístico desde 1969. Materiales autóctonos como la madera de castaño, el adobe y el granito caracterizan su arquitectura típicamente serrana y hacen que el legado sefardí de los conversos del siglo XV sea uno de los mejores conservados. Además, el paso del cantarín Ambroz por la población, donde refrescarse en los días calurosos, y el rico patrimonio histórico artístico (iglesias de San Juan Bautista y Santa María, antaño castillo templario, museos) resulta un must-see en toda regla.
De Hervás a Béjar, capital de la Sierra de Béjar
Repuestos de la visita cultural, si se regresa por donde se vino, la vía verde, tras cruzar la calle Juan de la Plaza (otro de los posibles accesos) se topa con una de las grandes obras de este antiguo ferrocarril: el conocido “puente de hierro” (km 40,3). Se trata de un imponente viaducto sobre el río Ambroz de 110 metros con un vano central metálico y arcos de granito a los lados. Tras cruzar el puente hay otro acceso que baja a la población y que deja unas imponentes vistas de Hervás y de las casas de la calle sinagoga, obviamente del barrio judío, colgando sobre el río Ambroz.
Con la cámara y la retina llena de imágenes (el puente se ha convertido en el principal mirador sobre la población) continuamos ruta primero entre casas de campo y después zona de pastos. Se cruzará a desnivel la carretera EX 205 y el río Balozano, afluente del Ambroz, en un sector en el que la vía hace un quiebro en curva hacia el oeste. Seguimos ascendiendo, ahora con un poco más de pendiente. Las impactantes vistas del valle hacen merecida parada a la altura del embalse de Baños donde la población de Hervás queda al fondo.
Próxima parada: estación de Baños de Montemayor (km. 46,8) Está recuperada, pero sin uso. No obstante, una refrescante fuente, un parque infantil y las vistas indicarán una parada sobre todo si vamos con niños. Por supuesto Baños es otra de esas localidades del norte de Cáceres con gran encanto. Su balneario declarado Bien de Interés Cultural con restos de las antiguas termas romanas y el centro de interpretación de la Vía de la Plata son dos buenas excusas para bajar hasta la población (¡ojo! luego hay que subir).
La ruta prosigue tras cruzar a nivel (¡precaución!) la carretera a La Garganta entre una zona de bosque de hoja caduca que tapiza las estribaciones de la sierra de Béjar. Avellanos, arces, castaños y robles regalan un cromatismo muy especial en otoño y una agradable sombra en verano. Cruzaremos el río Garganta por una flamante pasarela y seguidamente nos internamos en el primer túnel de la ruta (200 m), perfectamente acondicionado, iluminado y en curva. A la salida, con las vistas abiertas al valle pasamos ya a la provincia de Salamanca, y enseguida alcanzamos la estación de Puerto de Béjar (km 51,3) también recuperada y con servicios, y el barrio de la estación.
La “pequeña estación”, en la que recaló Jose Luis Cuerda con su película El bosque animado, es hoy una agradable cafetería y restaurante de floreada terraza, detalles ferroviarios y un vagón-comedor en el interior. También dispone de alquiler de bicicletas.
Pasada la estación y ya en descenso habrá que cruzar sobre la N 630 en las proximidades de Puerto de Béjar. Se puede acceder con cuidado por este vial a la localidad. En Puerto de Béjar cabe destacar los restos de la originaria calzada romana que dio nombre a la Vía de la Plata. Continuamos hasta Cantagallo (km 54,8) donde la panorámica se abre y se alcanza un área de descaso. Aquí mismo parte un camino para acceder a esta pequeña población.
Una curiosidad: José Luis Cuerda grabó El bosque animado (1987), una película de enorme éxito que logró cinco premios Goya. Pese a que la mayor parte del rodaje tuvo lugar en un municipio de A Coruña, en la primera escena de la película aparece una locomotora de vapor avanzando por la vía del tren entre Cantagallo y Puerto de Béjar. El tren fue uno de los hilos conductores de la cinta y dado que la línea se había cerrado en 1985 las instalaciones que estaban todavía en uso permitieron el rodaje. Además, se construyó un nuevo apeadero en la propia estación de Puerto de Béjar.
Camino de Béjar, la capital de la homónima sierra de Béjar vía, carretera y autovía marchan en paralelo. Sin embargo, apenas se nota. La sensación que otorga el bosque hace que los otros viarios no molesten a nuestro paso tranquilo. Además, podremos disfrutar y revivir el pasado ferroviario gracias a los elementos del antiguo ferrocarril como semáforos, señales… ¡Todo un aliciente!
En torno al km 60 conviene no pasarse por alto un sendero que conduce a todo un monumento natural. Se trata del centenario “cedro de la Francesa”. Un ejemplar de gran porte que resiste bien el paso del tiempo. Se trata de un enorme ejemplar de cedro del atlas con más de veinte metros de altura y unos nueve de contorno. El matrimonio formado por Monsieur Papau y su esposa, conocida como ‘la Francesa’, residieron en la vivienda de la finca del cedro. Existen dudas sobre la edad del cedro aunque se cree que tiene más de 150 años siendo uno de los árboles más grandes en Castilla y León.
De vuelta a la vía, un puente de hierro de nueva construcción sobre la N 630 nos deja a las puertas de la emblemática estación de Béjar (km 60), lugar de parada y fonda. Los edificios de la estación acogen la “Estación Béjar Verde” habiéndose restaurado para su uso como restaurante, café y albergue de 40 plazas. Además, ofrecen alquiler de bicis y facilitan otras posibilidades de ocio activo en la zona. La propia estación incluye también una buena área de descanso, fuente y la posibilidad de explorar los vestigios de su pasado ferroviario: aguadas, depósitos, toperas y tramos de vía con carril que aún se conservan en la playa de vías. Sin duda, un lugar donde pasar un buen rato y rememorar el antiguo ferrocarril.
Béjar es otro de los puntos neurálgicos de la vía. Cuenta con todos los servicios y además posee un importante patrimonio cultural que bien merece una visita. Las murallas, las iglesias románicas, museos, la animada plaza mayor, así como un interesante legado de su pasado industrial vinculado al textil. El acceso a Béjar podremos hacerlo desde la estación, pero también un poco más adelante, antes de llegar al túnel.
Desde la estación y siguiendo la vía veremos como el montículo sobre el que se asienta la localidad es atravesado por un túnel de 372 metros (km 60,8) con desarrollo en curva localizado curiosamente ¡a 50 m por debajo del nivel de la Plaza Mayor! Está iluminado pero cuenta con cancela para su cierre por la noche. Este será también un buen punto para acceder al museo industrial textil y al itinerario de las fábricas que dinamizaron la industria de la localidad durante los siglos XIX y XX a orillas del río Cuerpo de Hombre.
Proseguimos cruzando el río de tan sonoro nombre por otro puente antes de internarnos en un nuevo túnel (200 m), pasar bajo la autovía, bordear un polígono y salir de nuevo a un espacio campestre donde fresnos, melojos y prados despiden al paisaje de árboles de hoja caduca. Las cumbres de la sierra nevadas casi todo el año son muy perceptibles en este tramo si miramos un momento hacia atrás. La foto, está casi asegurada.
Cabe señalar que existe una ruta urbana con señalización interpretativa que ofrece una visita completa al conjunto histórico de la ciudad de Béjar, sin duda de interés para el viajero.
Al poco, después de superar a desnivel una carretera local la ruta finaliza en el límite del término municipal de Navalmoral de Béjar (km 66). A partir de aquí se mantienen los raíles, aunque la vía está desbrozada. A pie no habrá dificultad para alcanzar a un kilómetro la localidad. En bicicleta, costará un poco más sobre todo si no se cuenta con amortiguadores.
Nuevos proyectos en marcha indican que en pocos años este itinerario crecerá hacia el norte hasta unirse con el tramo de la recuperador entre Alba de Tormes y Salamanca disponiendo así de un Camino Natural Vía Verde continuo entre Plasencia y Salamanca de más de 100 km.