El inicio de la Vía Verde del Tajuña se encuentra en la localidad de Arganda del Rey, pudiendo llegar hasta aquí desde la ciudad de Madrid a través de la línea 9 de metro. El punto de partida (km 0) se encuentra en la avenida del Ejército, a 200 m de la estación de metro, pero puede ser una buena idea acercarse y poner el punto de inicio de la visita en el Museo del Ferrocarril de Arganda, localizado a 4,3 km de la estación de metro de Arganda.

Sin duda, visitar el pequeño museo instalado en la antigua estación – que reúne un atractivo legado de vehículos y piezas históricas, tanto de esta línea como de otras del resto de España – y viajar en uno de sus trenes históricos es más que recomendable. Este espacio ferroviario, gestionado por el Centro de Iniciativas Ferroviarias Vapor Madrid (C.I.F.V.M.), ha permitido rehabilitar un tramo de 3,2 km de la antigua vía de tren del FC. Madrid-Alocén entre La Poveda y la Laguna del Campillo. Se trata del único trazado de ferrocarril histórico en funcionamiento de la Comunidad de Madrid, así que ¡viajemos en tren! Locomotoras a vapor de vía estrecha y pequeños coches de viajeros recorren esos kilómetros supervivientes del FC del Tajuña para disfrute de sus usuarios.

Después de esta recomendable visita tomaremos el carril bici de La Poveda que aprovecha la explanación ferroviaria. ¡Atención! Al poco cruzamos la carretera M-300 (Km, 0,5). En el km. 3,7 está el cruce con la Av. Madrid. ¡Precaución en los cruces! y a la derecha la Vía Verde del Tajuña.

Pasada la zona industrial de Arganda y el Hospital del Sureste, la vía cruza bajo la A-3 comenzando un moderado ascenso que finaliza en la zona conocida como El Alto para posteriormente bordear una imponente cementera. Desde aquí, un agradable descenso nos posiciona ante una de las mejores balconadas sobre el valle del Tajuña poco antes de alcanzar Morata de Tajuña. Cabe añadir que entre Arganda y Perales se encuentra otra interesante ruta interpretativa denominada “los secretos de la Vía Verde del Tajuña” donde se ponen de relieve los vestigios relacionados con una de las batallas más decisivas de la Guerra Civil española, la batalla del Jarama, librada en febrero de 1937.

Morata de Tajuña y los badenes

Desde Morata de Tajuña (km 14) hasta Perales continuamos por una Vía Verde con un singular firme de color rojo, detalle que haría casi innecesaria la descripción de la ruta, ya que sobre el terreno es del todo imposible perderse, salvo quizás en las travesías urbanas. Así, para salir de Morata tras una primera señal bien ubicada, el siguiente cruce nos puede hacer dudar: hay que seguir hacia la derecha y cuesta abajo y, en adelante, todo recto hasta salir del pueblo. La señalización de CiclaMadrid y la de la ruta de Uclés confirman nuestro camino en todo momento.

Dejamos atrás las casas de Morata de Tajuña y nuestra ruta transita cercana a la carretera M-308. Este tramo, divertido, de unos 7 km y que requiere un poquito más de esfuerzo cuenta son algunos badenes que rompen la accesibilidad de la traza del ferrocarril. Estos obedecen a que la obra de adecuación como vía verde no restituyó totalmente la antigua rasante del ferrocarril.

En el km 20 se llega a lo que fuera una estación de transbordo. Se trata de los vestigios de la estación de Tajuña. Ciertamente, en la actualidad no queda resto alguno de aquella estación donde se realizaba el enlace con los trenes que remontaban el ramal hacia Chinchón y Colmenar de Oreja. Así que habrá que estar atentos.

Tras cruzar unas llamativas trincheras (absolutamente verticales y con muy bonitos afloramientos de yesos) y atravesar nuevos badenes y rampas, llegamos a las primeras casas de Perales de Tajuña (km 23). En esta travesía urbana deberemos afrontar con precaución un cruce a nivel con la concurrida carretera M-308. Al otro lado del cruce encontramos el colegio público, levantado sobre el solar donde antaño paraban los trenes del Tajuña.

 

La variante de Perales de Tajuña

En Perales la ruta presenta dos alternativas: La primera, atravesar parcialmente el pueblo, siguiendo la carretera M-506, subir luego hacia el cementerio y ya desde allí seguir el antiguo trazado ferroviario que pasa bajo la autovía A3. La segunda posibilidad consiste en seguir un camino rural que rodea Perales, pasando junto a las piscinas. Este recorrido, bien marcado, nos lleva también a cruzar bajo la autovía, donde nos unimos a la anterior alternativa.

Tras pasar la A-3 basta con seguir unos metros a la derecha por el arcén de la carretera de acceso a la autovía para conectar finalmente con los caminos recuperados como “vía verde” aunque no sean los del viejo ferrocarril que nos llevan hacia Tielmes por la margen sur del río. Hay que advertir que este tramo es de tráfico compartido con automóviles que acceden a las fincas colindantes. Por estos lares la vía discurre unos 3 km entre huertas, sembrados y maizales. En el km 28 de la ruta, encontraremos el cruce con la carretera de Tielmes a Villarejo de Salvanés.

La vega de Tielmes y Carabaña

Desde este punto, el casco urbano de Tielmes nos queda a unos 300 m, al otro lado del Tajuña. En ese tramo, desde Tielmes hasta Ambite, aún se conservan algunas estaciones, recuperadas para nuevos usos, testimonios de un pasado romántico. Ejemplo de ello es la estación de Chávarri, donde antaño se cargaban los vagones de miles de botellas de la salutífera “agua de Carabaña”.

Desde el cruce citado, circularemos unos pocos metros por la carretera, hacia la derecha, hasta llegar a una pista que, hacia la izquierda, nos permite proseguir la ruta por el valle, pasando junto a una pequeña ermita orlada de sombras que la configuran como un excelente punto de descanso. También deberemos respetar el cruce con la solitaria carretera que une Chávarri con Villarejo (km 33), único punto de posible peligro en nuestra singladura por el valle.

En el km 35 llegamos al cruce con la carretera de Carabaña a Brea de Tajo, en las inmediaciones de un puente sobre el Tajuña, junto al cual se levanta uno de los típicos molinos que jalonaban este tramo del río. En este lugar, situado a pocos metros de Carabaña, se nos ofrece una alternativa de visita a esta recoleta localidad del sureste madrileño, que también conserva su vieja estación de tren.

Este nuevo tramo  nos depara una agradable sorpresa pues en el punto donde se abandona el margen de la carretera para seguir por las suaves vegas del río Tajuña, podremos conectar con El Gran Tour CiclaMadrid (Etapa 3) y con la Vía Verde del Tren de los 40 Días, un ramal de 14 km de recorrido que nos conduce hasta Estremera entre espectaculares trincheras, olivos y campos de labor.

Por la Vía Verde del Tajuña, proseguiremos en paralelo a la explanación no recuperada del mencionado ferrocarril para alcanzar Orusco de Tajuña (km 39), lugar en el que podemos hacer una escala: aún se conserva la vieja estación del tren, -aunque no en el margen de nuestra ruta, sin en el pueblo - convertida hoy en mesón. En Orusco hubo, durante la Guerra Civil, un interino nudo ferroviario con el Tren de los 40 días. Desde aquí, esta vía remontaba el páramo para llegar, tras un largo periplo, a Torrejón de Ardoz. También este trazado podría ser recuperado como vía verde algún día…

Dejando por ahora los “futuribles”, actualmente la vía verde prosigue río arriba, cruzando bajo la carretera Orusco-Brea. Tras pasar bajo el asfalto, al poco, encontramos de nuevo el trazado original del ferrocarril del Tajuña, que ya no dejaremos hasta el final de la ruta en Ambite. Este es uno de los tramos más agradables de la vía verde: pasaremos bajo pequeños pasos superiores, entre arboledas, restos de antiguas yeseras y en algún caso sobre tramos casi acantilados sobre el río. 

Poco a poco nos vamos aproximando al término de la ruta, Ambite (km 48). La vía atraviesa un  cerrado pinar con una pequeña área recreativa. Un hermoso lugar para contemplar esta pequeña localidad, la última de la Comunidad de Madrid antes de entrar en la vecina provincia de Guadalajara. Así, llegamos hasta la antigua estación, que alberga una piscina municipal al aire libre. Se trata de un equipamiento que, como la vía verde, está pensado para todos: cuenta con accesos para personas con movilidad reducida y dispone de un elevador que facilita su inmersión en el agua. Y, por si esto fuera poco aliciente, el antiguo edificio de viajeros acoge un bar donde reponer fuerzas. 

Hacia tierras de Guadalajara

En Ambite encontramos un primer punto de interés, el Centro de Naturaleza Vega del Tajuña, con su exposición permanente, que recoge lo más interesante de los ecosistemas de la comarca y que además cuanta con bicicletas y triciclos de alquiler.

En tierra compactada y después de un primer repecho para alcanzar la cota de la plataforma del ferrocarril la vía verde prosigue a lo largo de 3 km, desde el entorno de la vega del río Tajuña ascendiendo poco a poco por la ladera del valle.

El siguiente tramo tiene mayor interés y es que aquí nos adentramos en el ecosistema más representativo de este entorno, el matorral mediterráneo, con la encina como árbol dominante. El paisaje se completa con algunos olivares.

Poco después encontraremos un paso superior de caminos sobre la Vía Verde, que antiguamente permitía cruzar la vía férrea, encontrándose aquí aún el balastro (piedra situada en la base de las vías) que ahora bordea el camino. Al final del tramo del término de Ambite existe un viaducto que permitía al tren sobrepasar el Barranco de la Perdiz. Desde él podemos observar un paisaje espectacular, la vega del río Tajuña, desde una altura considerable. El pequeño bosque de ribera, donde destacan los chopos marca el discurrir del río por el fondo del valle, mientras los cultivos principalmente de cereal lo rodean.

La Vía Verde del Tajuña a su paso por la Comunidad de Madrid termina aquí pero el recorrido de la ruta continua durante otros 12,6 km por la vecina provincia de Guadalajara hasta Pozo de Almoguera, una oportunidad para seguir disfrutando de este antiguo ferrocarril de vocación agrícola que transportaba principalmente fruta y remolacha.

La conexión entre Ambite y Mondéjar en la Vía Verde del Tajuña, lograda con la inversión de los ayuntamientos e inaugurada en noviembre de 2022, ha eliminado las barreras entre comunidades, consolidando la ruta y creando un tramo continuo de alto valor paisajístico de más de 66 km.

Resulta de gran interés destacar que este esfuerzo no solo beneficia a las personas  locales, sino que también proyecta la vía como un futuro eje fundamental de la Ruta EuroVelo16 (Ruta Ibérica entre Lisboa y Pamplona, 1899 km), cuya integración en la red Europea de Rutas Ciclistas está prevista para el año 2028.

El tramo que nos ocupa nos introduce en el corazón de La Alcarria, “la tierra de la miel” y nos evoca casi al instante a una novela de Camilo Jose Cela, premio Nobel de la literatura española en 1989, “Viaje a la Alcarria” que relata un viaje de 10 días por tierras de Guadalajara.

La Alcarria es una comarca natural que se localiza entre las serranías del sistema Ibérico y la llanura de la Mancha que se extiende por Guadalajara, Cuenca y Toledo.

Ahora que ya conoces un poco más del lugar es el momento de continuar con la marcha.

A pie o en bici por la Alcarria

Avanzamos en el itinerario en un leve ascenso hasta toparnos con un entorno caracterizado por un bosque de encinas (perfecto para refrescarse en los meses más calurosos del año) y a medida que vamos sumando kilómetros, el paisaje abandona progresivamente la llanura de la vega fluvial para internarse en la orografía más elevada y ondulada de los páramos de la Alcarria.

Cuando llegamos a las puertas del municipio de Mondéjar, justo después de cruzar el viaducto que se sitúa en el 58,03 km, a nuestra derecha, la vía verde entra junto a unas ruinas góticas, las del convento de San Antón.

Mondéjar, desde hace más de 5 años, es uno de los puntos neurálgicos del Día Nacional de las Vías Verdes (efeméride que se desarrolla durante el segundo domingo de mayo), con motivo de este día celebran actividades con rutas a pie o en bicicleta acompañado de una degustación gastronómica con productos locales. Un plan al que invitamos a participar.  

No obstante, la importancia de la villa no se limita a su actividad en torno a la vía verde; de hecho, es un destacado núcleo cultural y vinícola de la Alcarria -que presume de Denominación de Origen de vino de Mondéjar-, ideal para saborear la tranquilidad del campo, la estepa cerealista, las huertas y el viñedo. El conjunto monumental de la villa bien merece un tiempo de exploración, ya que alberga algunas de las obras más tempranas del Renacimiento español, como la Iglesia Parroquial de Santa María Magdalena, cuya construcción a principios del siglo XVI la sitúa como una de las primeras y más destacadas expresiones renacentistas en la península.

Dejando atrás este primer municipio de nuestra ruta, en el km 59,2 se vislumbra a lo lejos la antigua estación de ferrocarril de Mondéjar. Aunque la estación ya no presta servicio, el muelle de carga y el edificio de viajeros siguen en buen estado de conservación. Justo al lado, se encuentra un área de descanso con paneles informativos y mesas para hacer picnic, perfectos para una parada y reponer fuerzas.

Avanzamos en la ruta para encarar los siguientes 8 km que se harán en leve descenso hasta llegar al último municipio de nuestra ruta, Pozo de Almoguera. Conviene aclarar que originalmente, el antiguo trazado ferroviario del Ferrocarril del Tajuña prosigue, más allá, hacia Yebra,.  

Hablemos de Pozo de Almoguera. El pueblo cuenta con un modesto pero interesante patrimonio que complementa su entorno natural. Desde el punto de vista patrimonial, se destaca la iglesia parroquial de San Martín o la ermita de la Virgen de los Remedios que guarda la mayoría de las tallas religiosas. Y, en cuanto al patrimonio natural, se destacan las cabañas de pastores ubicadas en el Paraje de Conchuela, típicas edificaciones de piedra y argamasa que atestiguan la vida rural de la zona y que representan una atracción endógena del lugar.

A escasos metros, la antigua estación de Pozo de Almoguera (km 66,4) - aunque ya sin uso ferroviario- aguarda al viajero y se presenta como la meta donde concluye la vía verde, simbolizando el final de este itinerario.

No obstante, para aquellos que quieren sumar más kilómetros en ruta, esta parada ofrece la posibilidad de enlazar con un recorrido adicional de 14 km a través de la Vía Verde del Tren de los 40 días hasta Estremera (Madrid), consiguiendo un recorrido continuo por vía verde de 80 km.

Para finalizar el viaje y la curiosidad del viajero, compartimos que es posible que algún día la Vía Verde del Tajuña se pueda prolongar más allá de su límite actual hasta alcanzar las orillas del Tajo en Entrepeñas, lo que permitiría seguir disfrutando del antiguo trazado ferroviario y de los paisajes del entorno de la provincia de Guadalajara.